El teniente general de la Guardia Civil Ángel Gozalo, responsable máximo del cuerpo en Catalunya durante el 1-O, explicó que los Comités de Defensa de la República (CDR) llamaban a la ciudadanía a que fueran a una serie de cursos, en los que se utilizaba un "lenguaje prebélico" para participar en "talleres de formación teórico-práctica para resistirse y defender la república o el referéndum". "Defender de qué?", se preguntó el testigo.

Señaló que a través de redes sociales y de los medios de comunicación con cierta insistencia se estaban dando noticias de que los colegios estaban abiertos y "se incitaba a esa actividad lúdico festiva que no era usual comparado con otros fines de semanas". El 1-O el despliegue de los Mossos fue "escasísimo y ante la llegada de la Guardia Civil tuvieron una actitud de pasividad e, incluso, de resistencia", aunque en general fue "pasiva", pese a haberles pedido que ayudaran, porque el "grado de oposición" que encontraron tanto para entrar como para salir.

En este sentido, remarcó que esa oposición "era violenta y manifiesta" contra la Guardia Civil, lo que atribuyó a las "ganas" que se tenía contra el cuerpo porque en esas fechas llegó a efecto numerosas diligencias para intervenir efectos del referéndum, como la intervención de 10 millones. Por error hasta añadió en esas incautaciones hasta las "urnas". El testigo contabilizó en 131 las "muestras de desafecto a la Guardia Civil", como con concentraciones contra casas cuartel.

En un testimonio muy similar al del máximo responsable de la policía en Catalunya el 1-0, Sebastián Trapote, que le precedió ante el tribunal, explicó que las instrucciones de la Secretaría de Estado de Seguridad del 29 de septiembre complementaban las instrucciones del fiscal y el auto que marcaba que "lo prioritario era el cumplimiento del mandato judicial haciendolo compatible con la convivencia ciudadana, como no puede ser de otra manera". La Guardia Civil al igual que la Policía tenían que apoyar a los Mossos y estar preparado para intervenir si era necesario.

"SOMBRA DE DUDA"

El teniente general situó sus recelos ante la actuación de los Mossos en el registro de Unipost, porque cuando llegaron se les comunicó que había allí una serie de personas que "obstaculizaban" la intervención policial y respondieron 40 minutos más tarde, diciendo que se consultaba con los mandos y que había que valorar la situación.

Y durante los registros del 20 de septiembre explicó que se informó a la Policía de la Generalitat "minutos antes", porque se trataba de una causa que estaba declarada secreto. "Entre los tiempos de demanda y de respuesta y de no acción se sumó una sombra de duda" sobre su actuación el "preludio" del 1-O.