El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno vasco Jonan Fernández, defendió ayer que es «impostergable» un cambio en la política penitenciaria que incluya el acercamiento de los presos de ETA, tras la decisión de estos a aceptar vías legales individuales.

Fernández compareció ayer en rueda de prensa en la sede de la Presidencia vasca en Vitoria para analizar el debate del autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), que ha terminado con una votación en la que el 73% de los reclusos de ETA se han pronunciado a favor de acogerse a las vías que marca la ley para conseguir la excarcelación.

El responsable de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Ejecutivo autonómico destacó que es «un paso positivo y significativo en la buena dirección» porque supone un avance para crear un «contexto favorable» a un cambio de la política penitenciaria por parte del Gobierno central.

En este sentido, subrayó que esta decisión conlleva un «cambio sustancial de las circunstancias» que han seguido al cese de la violencia de ETA que hace «impostergable» que el Ejecutivo de Mariano Rajoy «comparta» con el vasco «una reflexión sobre el cambio en la política penitenciaria».

A su juicio, este cambio debería contemplar el acercamiento de los presos de ETA a cárceles próximas a sus entorno familiar y que se atiendan «prioritariamente las problemáticas de mayor incidencia humanitaria».

POSITIVO PERO TARDE / Los partidos con representación en el Parlamento vasco valoraron ayer la decisión de los presos de ETA, aunque también consideraron de manera mayoritaria que llega tarde.

Portavoces de PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos, PSE-EE y PP analizaron en la tertulia política de Radio Euskadi el debate del autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK).

Desde el PNV, Josune Gorospe opinó que se trata de un «paso positivo» porque supone «revertir el veto que el colectivo les venía imponiendo» a los presos de ETA, al tiempo que se ha preguntado por las razones por las que «se han perdido tantos años» para este pronunciamiento.

Julen Arzuaga (EH Bildu) dfijo que se trata de «un gran paso» que llega tras un tiempo en el que los presos de ETA «eran objeto de chantajes, presiones continuas y maniobras jurídicas interesadas» que, a su juicio, «les obligaban a estar en una situación de resistencia».

Por su parte, Lander Martínez (Elkarrekin Podemos) mostró su satisfacción por que los presos de ETA decidan avanzar en la vía individual. No obstante, indicó que se debe clarificar en qué términos pueden acceder a beneficios penitenciarios y dijo que sería «beneficioso» que este colectivo reconozca el daño causado y haga una reflexión crítica de su pasado.

El socialista José Antonio Pastor insistió en que es «positivo, pero que llega tarde». «Es una buena noticia. Sólo queda que ETA se disuelva para cerrar este ciclo negro», defendió.

Por último, la popular Laura Garrido también afirmó que la decisión «llega muy tarde» y aseguró que deja en evidencia «que a los presos la propia ETA les ha impedido acogerse a beneficios penitenciarios».