La posición del Gobierno es clara: llevarán al Congreso una prórroga del estado de alarma de seis meses. Y esto, parece que no es negociable. La herramienta constitucional podrá estar en vigor menos tiempo si la pandemia evoluciona positivamente, pero la ampliación que proponen será hasta el 9 de mayo. Con esta contundencia, la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, ha pedido a Pablo Casado que deje de poner "condiciones" para apoyar la medida y que arrime el hombre. Más flexible se ha mostrado con la petición de Cs de que durante los meses que esté en vigor la alarma sea Pedro Sánchez quien de cuentas en el Congreso y no Salvador Illa: "El Gobierno decidirá quién comparece y quien lo haga lo hará bien".

Tras la reunión telemática con los presidentes autonómicos, Darias ha explicado que el marco temporal de seis meses que puso Sánchez sobre la mesa el pasado domingo es "absolutamente necesario" y que, por tanto, no está entre los planes del Ejecutivo negociar una prórroga menor. "El tiempo de seis meses es un tiempo que tiene unos criterios razonables, basados en la opinión de gente experta", ha sentenciado.

"El estado de alarma va a durar el plazo estrictamente necesario", ha sentenciado Darias tras dejar claro que esta medida no estará vigente "ni un día más, ni un día menos" de lo necesario. Además, ha explicado que la herramienta constitucional podría decaer en cualquier momento si la evolución de la pandemia "mejora ostensiblemente" y que el plazo fijado en 6 meses buscar "dar un horizonte" como el que están fijando en otros países de la Unión Europea.

El apoyo de los conservadores

Horas antes de la comparecencia de Darias, el líder del PP ha comentado que el Gobierno solo tendrá el respaldo de su partido si limita la prórroga a 8 semanas y, además, se apruebe un plan b jurídico alternativo para controlar la pandemia. "El PP debe abandonar sus condiciones y sustituirlas por las recomendaciones de los expertos y de la ciencia", le ha respondido la ministra de Política Territorial y Función Pública. A este respecto, ha recordado que diez autonomías le han solicitado al Ejecutivo la puesta en marcha de la medida.

Respecto a la exigencia planteadas por Inés Arrimadas de que sea el Presidente del Gobierno quien acuda cada 15 días al Congreso para dar cuenta de la situación con el estado de alarma, Darias se ha mostrado más flexible. El pasado domingo, Sánchez señaló que el encargado de esta tarea sería el ministro de Sanidad, Salvador Illa, sin embargo, la dirigente socialista ha dicho que el Gobierno "decidirá quién comparece" y la persona elegida "lo hará bien".

Esto podría acercar a los naranjas al 'sí' a la ampliación, un respaldo al que ya se han sumado el PNV y PDeCat. De esta forma, el Ejecutivo está mucho más cerca de lograr la mayoría necesaria para lograr la aprobación de la prórroga.

Dudas por la ampliación

Aunque varias comunidades solicitaron el estado de alarma, parece que no hay tanto consenso con la propuesta de ampliarlo 6 meses de una sola vez. Los presidentes autonómicos del PSOE han apoyado el planteamiento, sin embargo, entre sus homólogos conservadores hay quienes ven con ciertos reparos un marco temporal tan lejano, aunque reconocen la necesidad de decretar la alarma, y quienes rechazan de plano la medida.

Entre los conservadores, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha sido el más crítico con la alarma. "No podemos proyectar que somos un país que vamos a aprobar un estado de alarma, un estado de excepción, un toque de queda (...) Nos estamos equivocando", ha sentenciado tras la reunión de presidentes.

Un tono muy diferente al de sus compañeros de partido en otras autonomías. En Murcia, Fernando López Miras ha sostenido que una medida tan extraordinaria "no se puede alargar en el tiempo", pero ha ofrecido su "colaboración y lealtad" al Gobierno central. Por su parte, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha asegurado que apoya la alarma porque resulta necesaria "en estos momentos", pero que la intención de prorrogarlo 6 meses es "un periodo excesivamente largo". Así, ha señalado que podría llevarse hasta antes de navidades y ahí revaluar la situación.