Sostuvo el pasado martes en sede parlamentaria el inspector jefe de la UDEF y responsable de la investigación del caso Gürtel, Manuel Morocho, que existían indicios de que Mariano Rajoy pudo, como otros altos cargos de su partido, haber recibido sobresueldos de la caja b. «Indiciariamente», respondió ante cada uno de los mencionados. Pasadas 24 horas de esas afirmaciones, fue el ministro de Justicia, Rafael Catalá, quien desde el Gobierno se encargó de quitar valor a esas palabras, sin importarle que fueran de un responsable policial.

«Indiciariamente habrá que ver qué valor tiene esa declaración», contestó el ministro a la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, durante la sesión de control al Ejecutivo. El titular de Justicia desdeñaba así lo dicho por el responsable de la investigación del caso Gürtel cuando Montero le estaba reclamando que devolvieran «hasta el último euro» de lo robado a través de la citada trama de corrupción. Catalá también recordó que su partido está acusado de ser partícipe a título lucrativo en este caso. «Eso tiene una responsabilidad civil y no penal, por lo que midan bien las conclusiones porque es bueno esperar a que haya una sentencia [...]. Nadie debe usurpar la función que solo tienen los jueces y tribunales y no los diputados», aseveró.

El rifirrafe entre Catalá y Montero a raíz de la Gürtel y de cómo pudo salpicar a los populares, incluso al presidente Rajoy, es una consecuencia de la reactivación en el Congreso de la comisión de investigación sobre los casos de corrupción en el PP. En la sesión del martes Morocho, conocido como el policía de la Gürtel, no ocultó que había encontrado indicios que apuntan a Rajoy, aunque fue muy cuidadoso en sus afirmaciones, a fin de no interferir en las investigaciones judiciales abiertas. Incluso precisó que la existencia de una contabilidad irregular en el PP aún no está acreditado en los tribunales por lo que «no podía establecer» que Rajoy u otros cargos fueran perceptores de «sobresueldos». De ahí su «indiciariamente».