El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha calificado este lunes de "numerito impropio de una democracia" las concentraciones en apoyo de Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau a las puertas del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya antes del inicio del juicio por el 9-N. El integrante del gabinete de Mariano Rajoy ha considerado que sus impulsores persiguen un "fin espurio" y que no es otro que "confundir" a la ciudadanía y hacerla ver que se trata de un juicio "político".

Pese a ello, Catalá se ha mostrado convencido de que los jueces que deben determinar si Mas (y el resto) cometió desobediencia y prevaricación por el proceso participativo no se van a dejar "coaccionar" y actuarán con "independencia".

Aunque el expresident y los partidos independentistas quieren usar el juicio para acelerar el 'process', el ministro de Justicia se ha mostrado convencido de que la Generalitat no forzará el "choque" y no convocará un referéndum unilateral, que obligue al Gobierno a aplicar las medidas coercitivas con las que fuentes gubernamentales amenazaron la semana pasada en los pasillos del Congreso. "No va a hacer falta hacer nada porque no vamos a llegar a ese punto", ha señalado, sin revelar qué le hace pensar que los partidarios de la desconexión van a cejar en su empeño y máxime cuando ha asegurado que no le "consta" que existan contactos entre el Gobierno central y el catalán para buscar una salida a la situación.

El ministro ha avisado, no obstante, de que el Gobierno ha estudiado "todas las alternativas y escenarios" para impedir la celebración de la consulta de autodeterminación, incluida la aplicación delartículo 155 de la Constitución que permite suspender la autonomía de Catalunya. En opinión de Catalá, no haría falta un desarrollo de este precepto para aplicarlo.

Aún así, el ministro ha insistido en que el Gobierno confía en que no llegue a un escenario de confrontación extrema y para ello ha insistido en tender la mano y buscar el diálogo con la Generalitat.

OTRAS REACCIONES

En la misma línea, el líder de C's, Albert Rivera, ha augurado que la "presión" de ciudadanos a las puertas del TSJC "no funcionará" porque, en su opinión, los jueces y fiscales son la "garantía del Estado de Derecho". Rivera ha considerado además que los independentistas usan el juicio como "cortina de humo" para "tapar" los presuntos casos de corrupción de la antigua CDC.

Por contra, los principales líderes de Podemos, Pablo Iglesias eÍñigo Errejón, han criticado la judicialización del proceso soberanista. El secretario general del partido morado ha señalado por ejemplo que le "averguenza" que el expresident se siente en el banquillo por "poner las urnas".