El Gobierno tiene previsto aprobar este viernes en el Consejo de Ministros un sistema reforzado de control de las exportaciones de material de defensa, que incluye el envío de inspectores a los países de destino del armamento, según ha podido saber este periódico. No tendrá carácter retroactivo, es decir, afectara solo a las exportaciones que se cierren a partir de la entrada en vigor, unos cuatro o cinco meses.

El Ejecutivo defiende que es un sistema "innovador y transversal", puesto que solo Estados Unidos, Alemania y Suiza tienen modelos de fiscalización presencial en el país de destino, denominado control ex-post. La iniciativa, que surgió en el mandato del PP pero se aceleró con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, puede entrar en vigor en cuatro o cinco meses. No se trata de una propuesta que surja al calor de la polémica por el envío de las 400 bombas a Arabia Saudí, el pasado septiembre, aunque el presidente del Gobierno ya apuntó en su comparecencia ante el Congreso por esta cuestión que se reforzarían los controles. La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, también lo comunicó a la comisión de defensa y a las oenegés que vienen pidiendo mayor supervisión y cancelar las ventas a países peligrosos.

Se trata de una modificación del real decreto 679/2014 de 1 de agosto, que regula las exportaciones del material de defensa. En principio, a expensas del texto que este viernes apruebe el Gobierno, la intención de la Moncloa es poder enviar inspectores a destinos sensibles. Está por desvelar qué países se incluyen en esa categoría y qué armas exportadas recibirán ese seguimiento más exhaustivo.

Hasta el momento, el Ejecutivo ha defendido que la implementación de esta fiscalización debería ser progresiva y está vinculada a la aceptación por parte de los países importadores. La secretaría de Estado de Comercio, que ha impulsado la iniciativa, ha mantenido hasta el momento la necesaria aquiescencia de los compradores para poder enviar los inspectores con la seguridad de que podrán realizar su trabajo con todas las garantías y que recibirán la documentación requerida a las autoridades de esos países de destino. Esta conformidad, admite el ministerio, dependerá en buena medida de las relaciones diplomáticas que mantenga España con ellos.

La intención del Gobierno, además, es hacer cómplice a la UE de este sistema de control reforzado, para que el resto de países lo adopten. Hasta ahora, solo Estados Unidos, Alemania y Suiza envían inspectores a los países de destino de sus armas.

Para las oenegés es una buena noticia, aunque no suficiente. A falta de ver el texto, la medida es muy positiva, llevamos veinte años pidiéndola, clamando en el desierto, pero no es suficiente, sostiene Alberto Estévez, coordinador de la campaña Armas Bajo Control de Amnistía Internacional. A su juicio, el grado de eficacia del nuevo sistema dependerá de tres cuestiones: que se aplique de forma generalizada o solo se haga por proyectos puntuales; que incluya a todo el armamento o solo a una parte; y que se dote con recursos suficientes.

Amnistía Internacional reclama, además, que aumente el control parlamentario y que el Congreso de los Diputados tenga la potestad para paralizar determinadas exportaciones a países considerados de riesgo, como ocurre en Estados Unidos.

Además, reivindica que se hagan públicos los informes del organismo que autoriza y deniega las exportaciones, la junta interministerial para el comercio y control del material de defensa y tecnologías de doble uso (JIMDDU). Ahora no pueden desvelarse, puesto que están protegidos por la ley 9/1968 sobre secretos oficiales.

Los técnicos de la JIMDDU son quienes analizan las peticiones de exportación, un análisis en el que deben tener en cuenta la normativa española y los acuerdos internacionales para evitar que las armas se deriven a terceros países, a fines no previstos o a determinados conflictos armados.

Armas Bajo Control defiende que España no debería exportar armas a países como Arabia Saudí, por su uso en la guerra del Yemen y porque entienden que existen "evidencias claras" de que Riad compró armas del entorno soviético para grupos en Siria y en Yemen. La oenegé pide "valentía" a Sánchez para ir más allá de lo planteado en la legislatura de Mariano Rajoy.

En el 2017 España exportó material de defensa por valor de 4.346 millones de euros, el 7% más que el año anterior.