El constante enfrentamiento dentro del PSOE se vehicula en los últimos tiempos en torno a un debate de fechas. La gestora que pilota el partido y los barones más relevantes quieren que las primarias para elegir al secretario general y el congreso posterior que aprobará el nuevo proyecto político se celebren entre finales de mayo y junio. El sector crítico, que antes apoyaba a Pedro Sánchez pero ahora se ha disgregado, reclama que todo el proceso tenga lugar cuanto antes. En abril, como muy tarde. El comité federal del próximo sábado servirá para fijar el momento de ambos procesos, y allí los oficialistas, que forzaron la caída de Sánchez y el giro hacia la abstención ante el PP, son mayoría. El próximo cónclave, anticipan todos los implicados, será en junio. La gestora espera que la misma fijación de la fecha sirva para serenar el PSOE.

“El comité federal fijará la fecha. Yo espero que la decisión sea acatada por todo el partido, para pasar a centrarnos en las tareas de oposición y gobierno”, dijo este martes el portavoz de la dirección interina de los socialistas, Mario Jiménez.

LOS DIRIGENTES Y LAS BASES

El anhelo de la gestora no es sencillo de cumplir. Las heridas dentro del partido, que se mostraron en su dimensión más cruda en el comité federal del pasado 30 de octubre, en el que Sánchez se vio obligado a dimitir, continúan sangrando. Los críticos asumen que volverán a perder la batalla de este sábado, ya que son minoría en el organismo, pero dicen tener tras de sí a la mayoría de las bases y acusan a la dirección provisional de “extralimitarse en sus funciones”. Su cometido, señalan miembros de esta corriente, debería ceñirse a convocar las primarias y el congreso.

Fuentes de la gestora, en cambio, argumentan que su legitimidad proviene del comité federal, máximo órgano del PSOE entre congresos, en el que fue elegida. También subrayan que hasta que se celebre el congreso no se pueden quedar de brazos cruzados. La tarea más importante debe consistir en “adoptar un nuevo proyecto para un entorno que ha cambiado de forma radical” continúan, en referencia, entre otros fenómenos, a la irrupción de Podemos, partido que disputa a los socialistas la hegemonía de la izquierda.

LA POLÍTICA “CON MONOSÍLABOS”

La amplia mayoría de miembros de la dirección provisional argumentan que ha llegado el momento de la “política en mayúsculas” frente a la practicada por Sánchez y su equipo. “Si hacemos política con monosílabos, haremos pequeña política. Hay que hacer política que vaya más allá del no es no y del ya es ya”, explican.

Y para eso, concluyen, se necesita tiempo. De ahí que no se pueda celebrar el congreso a la velocidad que reclaman los críticos. “La respuesta responsable no es salir corriendo a hacer un congreso en 20 días. Cuando se quieren cambiar las cosas, hay que hacer un análisis más sosegado. Eso no respondería al interés general.Tenemos que dar respuesta a los porqués de haber pasado de 164 diputados en el 2011 a 85 diputados el pasado junio”, sostienen en la gestora. Por el momento, en todos estos meses, los esfuerzos para ese “nuevo proyecto” solo se han traducido en un borrador de ocho páginas, algo de autocrítica y ninguna propuesta.