En la semana del 8-M, Irene Montero ha agitado la campaña electoral de Podemos. «La próxima persona que sea secretaria general [en su partido] será una mujer», sentenció el lunes en una entrevista en TVE abriendo la veda a todo tipo de especulaciones sobre quién sustituirá a Pablo Iglesias al frente de la formación. Y, no menos importante, cuándo ocurrirá este relevo en el liderazgo.

La número dos de Podemos tan solo adelantó que «cambiará pronto». Este anuncio tan impreciso llega a menos de dos meses de las elecciones del 28-A y con Iglesias de baja por paternidad hasta finales de marzo.

El mensaje de Montero pone encima de la mesa tres posibilidades. La primera de ellas apunta a un intento de capitalizar el voto femenino a tres días de que se celebre el Día de la Mujer. Por otro lado, el propósito de la portavoz morada podría ser dejar entrever un posible cambio en la dirección de Podemos antes de los comicios de abril.

¿PREPARANDO EL TERRENO? / Un gesto que podría servir de revulsivo ante la tendencia negativa que obtienen en las encuestas. En último lugar, la hipótesis más plausible es que Montero esté preparando el terreno para que Iglesias le ceda la secretaría general en el caso de obtener unos malos resultados en las urnas.

La incertidumbre generada llega acompañada de una polémica en las listas de Podemos a la alcaldía de Ávila. Pilar Baeza, candidata al ayuntamiento, fue condenada a 30 años de prisión por ser cómplice de un asesinato en 1985. Baeza proporcionó el arma con la que su novio y un amigo mataron a un hombre que la había, presuntamente, violado.

Tras pasar siete años en la cárcel abulense empezó a formar parte de movimientos sociales en la capital provincial hasta lograr ser cabeza de lista al consistorio. Ahora, su pasado en la cárcel ha desatado las críticas de la mayoría de partidos sobre si debe o no aspirar a la alcaldía.