Vecinos de Alicante han recibido este sábado a Mariano Rajoy con una fuerte pitada y abucheos. El presidente del Gobierno ha viajado a la ciudad para escenificar su apoyo al nuevo alcalde, el popular Luis Barcala, que accedió al cargo hace 10 días tras dos años de gobierno municipal de socialistas, Guanyar y Compromís.

Ha sido a su llegada al ayuntamiento de la localidad cuando Rajoy ha recibido la pitada mientras encajaba las manos con el exministro José Manuel García Margallo y otros dirigentes de su partido, entre ellos Barcala.

Una tránsfuga expulsada de Podemos (Guanyar) fue quien permitió que Barcala recuperara la alcaldía de Alicante para el PP. Los dos últimos años esta ciudad había sido gobernada por el PSPV, Guanyar y Compromís, pero la dimisión del socialista Gabriel Echávarri al ser procesado por un presunto delito de corrupción forzó una nueva votación para elegir alcalde. Fue entonces cuando la expodemista Nerea Belmonte votó en blanco y facilitó así que los conservadores recuperaran el poder.