La publicación de que el ministro de Cultura y Deportes, Màxim Huerta, fue condenado por fraude fiscal, se han convertido en el primer escándalo del recién estrenado Gobierno de Pedro Sánchez. Por el momento, la Moncloa respalda al ministro al considerar suficientes sus explicaciones.

No obstante, la decisión de Sánchez mantener a Huerta en su puesto entra en flagrante contradicción con anteriores declaraciones hechas tanto en Twitter como en entrevistas en que exigía la dimisión inmediata de personas salpicadas por escándalos similares y calificaba de inmoral crear una sociedad para pagar menos impuestos.

Muy similar al de Huerta fue el caso del que fuera número tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, acusado de crear una sociedad instrumental para pagar menos impuestos. Entonces, Sánchez, en una entrevista en Tele 5, señaló: "Si yo tengo en la ejecutiva general de mi partido a un responsable político que crea una sociedad interpuesta para pagar la mitad de los impuestos que el toca pagar esa persona al día siguiente estaría fuera de mi ejecutiva". "Es el compromiso que yo asumo con mis votantes y también con los españoles y a mí me gustaría también que en este caso el secretario general de Podemos, es decir, Pablo Iglesias, hiciese lo propio, porque me parece que es inmoral tener a un 'número tres' de tu organización que ha creado una sociedad interpuesta para tributar la mitad de lo que le correspondería".

Además, cuando en el 2016 se conoció que el entonces ministro de Industria, Juan Manuel Soria, aparecía en los llamados 'Papeles de Panamá', Sánchez reclamó en Twitter su dimisión y puso como ejemplo la renuncia del primer ministro islandés, David Gunnlaugsson, que también aparecía en esos documentos.