Los atentados del pasado 17 de agosto en Barcelona y Cambrils han dejado vieja la memoria de la Fiscalía General del Estado, dada a conocer este martes. Los datos de 2016 que incluye obviamente ignoraban que este verano los terroristas iban a cometer dos atropellos masivos que iban a dejar 16 muertos y más de un centenar de heridos, pero de su lectura se desprende la preocupación que ya existía en la Fiscalía de la Audiencia Nacional por el yihadismo, “terrorismo global”, cuya “amenaza internacional se constata desgraciadamente con terrible periodicidad”.

A luchar contra el terrorismo yihadista dedica la Fiscalía de la Audiencia muchos de sus esfuerzos y en la memoria, presentada ante el Rey, solicita cuatro nuevas plazas de fiscales para reforzar su plantilla, algo, que dice, “no se ha producido en los últimos años pese a las reiteradas manifestaciones públicas en este sentido”.

INVESTIGACIONES

Basa la petición, que confía “se convierta en realidad” este año, en que si en el 2014 se duplicaron las investigaciones por terrorismo yihadista respecto a 2013, en el 2015 el aumento fue de un 69%, el 22% de todas las investigaciones incoadas en la Audiencia Nacional. En 2016 este último porcentaje ascendió al 40%. En menores, donde la instrucción corresponde al fiscal, 15 de las 22 diligencias preliminares abiertas son por delitos de enaltecimiento del terrorismo y de integración en organizaciones terroristas yihadistas.

A ese incremento ha contribuido la última reforma del Código Penal, del que la fiscalía se felicita, al entender que permiten luchar mejor contra “un fenómeno global”. La reforma ha incluido los nuevos delitos de “adoctrinamiento y adiestramiento pasivos, autoadoctrinamiento y autoadiestramiento y el traslado a territorio extranjero controlado por grupo terrorista”.

23 OPERACIONES

La memoria destaca que en 2016 la policía desarrolló 23 operaciones, con 43 detenidos en España, tres en Marruecos, uno en Alemania y otro en Bélgica. A través de ellas se ha constatado que la actividad del terrorismo yihadista se centraba sobre todo en la “radicalización, captación, reclutamiento y envío de activistas a zonas de conflicto” a través de internet. Algunos de los detenidos tenían contacto con combatientes que habían viajado a Siria.

No obstante, ya se dejaba entrever la peligrosidad que podían tener las células. La memoria destaca que “desarticuladas”, muchas de ellas con ayuda de Marruecos, “constituirían estructuras perfectamente organizadas que asumen completamente el ideario del Estado Islámico, siguiendo en todo momento sus consignas y las directrices de su autodenominado califa, a través de una poderosa campaña de comunicación y difusión mediática en redes sociales y páginas de Internet”.

La fiscalía califica el yihadismo de “terrorismo global”, por lo que requiere de “grandes dosis de cooperación internacional”, que se muestra con características autóctonas que lo convierten en local, lo que hace obligatorio un trabajo coordinado entre el servicio de inteligencia (CNI) y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía, Guardia Civil, Mossos d`Esquadra y Ertzaintza).

SENTENCIAS

En 2016 en la Audiencia Nacional se dictaron 63 sentencias por terrorismo: 49 de ETA y su entorno, 11 por terrorismo internacional yihadista y tres respecto a otros grupos terroristas. Por yihadismo se juzgó a 26 personas, de los que solo se absolvió a una.