Alberto Nuñez Feijóo ha renunciado a presentar su candidatura para suceder a Mariano Rajoy al frente del PP. Pese a que muchos barones conservadores le miraron de reojo desde el primer día en que el exjefe del Ejecutivo anunció su adiós, el presidente de la Xunta ha afirmado que no puede romper el compromiso que tiene hasta el 2020 con los ciudadanos gallegos.

Ante la junta directiva del PP de Galicia, a la que ha convocado en un elegante jardín de un hotel de Santiago de Compostela, Feijóo (Orense, 1961) ha insistido en múltiples ocasiones que su sitio estaba al frente de la Xunta.

La decisión no era fácil. Si finalmente hubiera sido elegido, el político gallego no habría tenido escaño en el Congreso de los Diputados desde el que hacer oposición al PSOE y se tendría que haber contentado con un asiento en el Senado. Además, como admitían en la sede de Génova estas últimas horas, la composición del Gobierno de Pedro Sánchez y sus primeras decisiones hacen pensar que el PP puede estar "una temporada en la oposición posiblemente". Con un niño pequeño y la familia asentada en Galicia, la vida en Madrid no habría sido todo lo cómoda que seguramente se imaginó hace dos meses cuando nadie sospechaba que Rajoy iba a ser desalojado de la Moncloa por el PSOE y en el PP fantaseaban con una sucesión tranquila y con el viento a favor.

Y puede que en su debate interno, Feijóo también haya tenido en cuenta las consecuencias que le podía suponer el lastre de su relación con Marcial Dorado, condenado por narcotráfico. Para algunos dirigentes populares eso es "agua pasada", pero para otros es una mina que tiene enterrada y que cualquiera puede accionar a distancia. Cabe recordar la llamada a evitar el juego suicio que hizo Rajoy en su último discurso ante el PP. El diario 'El País' publicó en abril del 2013 varias fotografías en las que se veía a Feijóo y al capo de la droga a bordo de uno de los barcos de Dorado y también de excursión con un todoterreno.

Estado de la cuestión

Por ahora los dirigentes que sí han dicho que quieren dar la batalla por coger las riendas del PP son: José Ramón García Hernández, Pablo Casado, José Manuel García Margallo y José Luis Bayo. Siguen siendo duda: la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.