Los siete nietos de Francisco Franco han pedido al Gobierno que, cuando sea sacado del Valle de los Caídos el cuerpo de su abuelo y se le reinhume en El Pardo, se le concedan honores militares.

En un escrito que el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera-Molina, firma este lunes, los Franco basan su exigencia en el Real Decreto 684/2010, de 20 de mayo, que ordena el Reglamento de Honores Militares. El escrito de los Franco recuerda que ese Real Decreto establece que "Las Fuerzas Armadas rendirán honores militares en señal de respeto y homenaje a los restos mortales" de una serie de personalidades previstas en la ley, entre las que están "ex presidentes del Gobierno y otras personalidades de especial relevancia"

La familia ha recordado un apartado de ese decreto que fija: "Al organizar los actos de honras fúnebres se tendrá en cuenta la voluntad que hubiera expresado el fallecido o, en su caso, la que manifiesten los familiares". Sin mencionar la rebelión que le llevó al poder, el recurso de los Franco recuerda que el general fue presidente del Gobierno entre 1936 y 1973.

Cornetas y cañonazos

El escrito de los Franco pide al Gobierno acreditación de que ha tramitado la expedición de un título funerario a favor de los nietos del dictador que permita el enterrameinto en el camposanto madrileño, pero el grueso de la petición está relacionado con la pompa fúnebre.

Leyendo el artículo 37 del Real Decreto, los Franco solicitan expresamente honores "por una unidad con bandera, banda y música". Esos honores, dicen, han de consistir en "interpretación del himno nacional completo, arma presentada y una descarga de fusilería" o "en su caso, la salva de cañonazos que corresponda".

La familia también pide que el féretro de Franco "sea cubierto por una bandera nacional durante el traslado e inhumación de sus restos". E, igualmente, que se celebre un oficio religioso en la exhumación, y una misa en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio para la reinhumación. Para estas celebraciones, los Franco han preguntado al prior de los frailes benedictinos del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, si querría ser el oficiante, y este les ha dicho que sí.

Sin misas en la basílica

El fraile Cantera y sus monjes de la abadía de la Santa Cruz han tenido que improvisar este fin de semana a la hora de celebrar sus misas diarias. La orden gubernamental del cierre del recinto monumental del Valle de los Caídos implicó este domingo el cierre también de la basílica en la que se encuentra la tumba de Franco, y las de otros 33.833 cadáveres de, estos sí, caídos durante la Guerra Civil.

El sábado oficiaron misa concelebrada en la basílica, a la que asistieron familiares de los alumnos de la escuela y escolanía que mantiene la abadía. Abajo, en la puerta del recinto, 40 franquistas intentaron entrar para acudir a la misa, pero la Guardia Civil se lo impidió, produciéndose unos minutos de tensión y forcejeos.

Al día siguiente, domingo, la basílica estaba cerrada, con guardias civiles en su puerta trasera, y guardias y vigilantes jurados en la delantera. Los frailes improvisaron entonces una misa al aire libre en la explanada que da acceso a su abadía.

El prior Santiago Cantera suspendió este domingo una salida del Valle para impartir una conferencia en un salón parroquial de San Lorenzo de El Escorial sobre la vida de Santa Maravillas de Jesús. Es el segundo acto público que suspende desde que, el viernes, al recibir la notificación de cierre del Valle, renunció a otra conferencia en la casa de cultura de la localidad. Iba a disertar sobre "España en la Historia".