Carles Puigdemont deslizó ayer la sospecha de que los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto podrían haberse evitado de no ser por la «deslealtad» del CNI. Una afirmación que lanza tras conocerse que el servicio de inteligencia del Estado mantuvo contacto con el imán de Ripoll Abdelbaki es Satty, inductor de la masacre de la Rambla. En una entrevista desde Bélgica con El Nacional, el presidente depuesto aseguró que la relación del CNI con el imán «abre muchas preguntas» y «crea muchas desconfianzas en el sistema de seguridad español». «No han sido leales a los ciudadanos. Por culpa de esta deslealtad no sabemos si no hemos podido evitar un atentado y muchos muertos. No lo sabemos», sostuvo.

Según el actual candidato de JxCat, en agosto el Govern ya se «olía» los contactos del Es Satty con el CNI, pero no podría aportar pruebas de una relación que ahora da por «demostrada». El CNI reconoció haberse puesto en contacto con el imán cuando estaba preso en la cárcel de Castellón, pero adujo que se trataba del protocolo habitual que se siguen con cualquier recluso involucrado en causas de yihadismo, sin que ello signifique que acabe siendo confidente de los servicios secretos españoles.

Además, lanzó otras preguntas sobre este mismo asunto: «¿Hasta dónde más llega el brazo largo del CNI en nuestro país? ¿Qué hacen más de 10.000 policías innecesarios en Cataluña, en un pueblo de paz?