El destino preferido de los eurodiputados españoles, que se pasan el año tomando vuelos a Bruselas y Estrasburgo es, precisamente, España, donde por su trabajo no pasan el tiempo que les gustaría a ellos y a sus familias. Si durante el año las batallas políticas les separan, en agosto poco importa el partido político; todos están de acuerdo: "como en casa en ningún sitio", que diría Dorothy del Mago de Oz.

Así, por ejemplo, Luis De Grandes (PP) se queda en Sigüenza (Castilla-La Mancha), Jonás Fernández (PSOE) en Caravia (Asturias), Jordi Solé (ERC) en el catalán Valle de Arán, Marina Albiol (IU) en Castellón, e Izaskun Bilbao (PNV) en su casa de Bermeo, en el País Vasco.

"Este año ha sido muy intenso y necesitaba descanso... quería relax, buena comida y naturaleza, así que qué mejor sitio que España", dijo la líder del PSOE en la Eurocámara, Iratxe García, que sustituyó en el cargo a Ramón Jáuregui, el que fuera portavoz hasta la vuelta de Pedro Sánchez a la Secretaría General.

"Después de todo el año cogiendo vuelos semanalmente a Bruselas y Estrasburgo, la verdad es que para mi, vacaciones significa tres semanas seguidas en casa, sin maleta, sin aeropuertos. Además tengo la suerte de vivir en el Grao de Castellón, con lo que puedo disfrutar de la playa diariamente", explicó Albiol.

"En Sigüenza disfruto bajando a una terraza y leyendo la prensa. Además, de noche me puedo tapar con el edredón", contó De Grandes, que también pasará unos días en Baleares, donde se refugia también Rosa Estarás (PP), eurodiputada local.

Es en esas casi cuatro semanas de parón en su tierra, a menudo en su propia circunscripción electoral, donde tienen la oportunidad de conversar con más tranquilidad con los ciudadanos a los que representan y que no dudan en lanzarles sus demandas directamente.

La mayoría nombra el empleo, desvinculado todavía de la recuperación económica que presentan algunos datos macroeconómicos, como la principal preocupación, aunque desde el PP, entre otras formaciones, también nombran a Cataluña, Venezuela y el "brexit".

Para el eurodiputado de ERC Jordi Solé, "sin duda, lo que más me preguntan, con diferencia, es cómo se ve desde el Parlamento Europeo y en Bruselas en general el proceso de autodeterminación de Cataluña y qué hacemos para generar comprensión hacia ese proceso democrático".

Preguntados sobre si echan de menos Bruselas y Estrasburgo, donde transcurren sus jornadas maratonianas, lo tienen claro, en agosto la respuesta es clara y negativa. A propósito de las lecturas con la que buscarán desconectar mucha variedad. Entre todas las respuestas recabadas, solo se repite un título, el premio Sant Jordi 2016 "El séptimo Ángel", de David Cirici.

Izaskun Bilbao contó que está releyendo "De Guernika a Nueva York pasando por Berlín", biografía del exlehendakari José Antonio Aguirre, que califica de "precursor de la Unión Europea". Más veraniegas son las lecturas de Maite Pagazartundúa (UPyD) e Iratxe García (PSOE), que aprovecharán para sumergirse en las novelas de Donna León e Isabel Allende.

"Yo desde luego necesito desconectar para trabajar bien a la vuelta... el libro de Churchill no lo abriré antes del 20 de agosto, cuando nos volvamos a poner en marcha", dijo la eurodiputada vasca. Estos días, también los aprovecha Luis De Grandes para pasear y cenar con amigos, mientras que Enrique Calvet pasará su tiempo entre "lecturas de autores presocráticos, algunos sudokus y otros pasatiempos".

Con todo, hay quienes no desconectan del todo, como Beatriz Becerra, independiente de los liberales europeos (ALDE), que dijo que sigue mirando el correo todo el verano por asuntos que le inquietan como Catalunya o Venezuela, y que aprovecha para hacer un curso de francés en el país vecino.