ETA ha transmitido a varias instituciones, agentes políticos y sindicatos su decisión de «dar por terminado su ciclo histórico». A través de cartas que se han recibido en los últimos días, la banda ha transmitido a sus destinatarios que «ha disuelto completamente todas sus estructuras». Tras conocerse el envío de estas misivas, fechadas a 16 de abril con el logotipo de ETA, se ha acelerado el plan previsto para los próximos días. En vísperas del encuentro internacional organizado para mañana en la localidad francesa de Kanbo, el comunicado final de la banda en el que certificará oficialmente su definición podría darse a conocer hoy.

En la misiva, la banda terrorista comunica su decisión de «dar por terminada su iniciativa política». Y al mismo tiempo, afirma que la decisión de su disolución «no supera el conflicto que Euskal Herria mantiene con España y con Francia», porque «el conflicto no comenzó con ETA y no termina con el final del recorrido de ETA».

DAÑO CAUSADO / El escrito insiste en el reconocimiento del daño causado, tal como señaló en el comunicado del pasado 21 de abril, y admite que los años de confrontación han dejado «heridas profundas», «algunas de las cuales todavía están sangrando», por lo que, sin más precisiones, aboga por darles «la cura adecuada».

Pero no hay referencias explícitas a las víctimas. Únicamente se recoge que Euskal Herria se encuentra «ante una nueva oportunidad para cerrar definitivamente el ciclo de conflicto» y construir «un futuro entre todos». Además, reclama «con toda humildad», dice literalmente la banda, que los destinatarios se sumen a esta tarea, e incluso promete que «quienes hemos sido militantes de ETA» colaborarán «con la responsabilidad y honestidad de siempre».

En todo caso, la banda denuncia que la «falta de voluntad» de los gobiernos español y francés «ha provocado el alargamiento del conflicto y ha multiplicado el sufrimiento de las diferentes partes». Y remacha el argumento abogando por «no repetir errores» ni dejar «que los problemas se pudran».

No faltan las justificaciones a su trayectoria criminal. La organización terrorista afirma que «Euskal Herria fue el punto de partida y el objetivo de toda su actividad». Recuerda que durante su desarme, entregó las armas a la sociedad civil, «porque ETA se formó del pueblo y al pueblo vuelve».

Aunque pequeño, también hay un espacio para la autocrítica en estas cartas, cuando lamenta que no ha sido capaz de llegar a acuerdos ni con el Gobierno español ni con los agentes vascos: «Es una responsabilidad compartida y ETA asume la parte que le corresponde», señala.

COMUNICADO FINAL / El comunicado en el que ETA trasladará su decisión de disolverse, tras los 12 meses de debate interno de sus militantes, se hará público previsiblemente hoy jueves. Las incógnitas rodean la fórmula que se empleará para plasmar esta despedida, que podría ser en video, a través de una carta o con una declaración leída por agentes internacionales.

Este pronunciamiento se conocerá, por tanto, un día antes del encuentro internacional previsto el viernes en la villa Arnaga, en Kanbo. De igual forma, se espera que durante ese acto, las personalidades internacionales presentes consensuarán un manifiesto sobre el conflicto vasco.

Tras conocerse el contenido de las cartas enviadas por ETA, el ministro español del Interior, Juan Ignacio Zoido, aseguró que los terroristas «deberán pagar por sus culpas» porque «no habrá ningún tipo de impunidad». Además, consideró que los terroristas «mientan y vuelven a pretender confundir a la sociedad», porque «no es cierto» que se hayan disuelto, sino que «han sido derrotados» por las Fuerzas de seguridad, el Estado de Derecho, la sociedad española y la judicatura. El ministro también recordó que el Gobierno tendrá «la posición que ha mantenido siempre», y recordó que los miembros de ETA «nada obtuvieron por dejar de matar y nada van a obtener por hacer una declaración que ellos llaman de disolución».

El Gobierno vasco prefirió no hacer declaraciones, aunque no descartó que tras la declaración final de ETA, pueda producirse una reacción compartida con el Ejecutivo de Navarra.