Ya hay fecha para que los acuerdos alcanzados entre PP, Cs y Vox en la Comunidad de Madrid se materialicen. El próximo miércoles, 14 de agosto, la popular Isabel Díaz Ayuso pedirá la confianza para ser la próxima presidenta de la región y, de no haber contratiempos, logrará sumar mayoría absoluta gracias a los votos de los naranjas y la extrema derecha. Sin embargo, todo apunta a que el debate de investidura estará protagonizado por otras dos mujeres que ya dirigieron la comunidad: Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Después de que Anticorrupción pidiera imputarlas por la corrupción del Partido Popular madrileño, las dos exdirigentes han centrado los ataques de la oposición. Para desactivarlos, Díaz Ayuso marcó ayer distancias con las expresidentas autonómicas: «Soy otra persona, tengo otro perfil, otra etapa, otros proyectos».

Desligarse del pasado de su formación en Madrid parece la estrategia elegida por Díaz Ayuso, que aseguró que su relación con Aguirre y Cifuentes «es la de cualquier militante o afiliado al PP de la Comunidad de Madrid durante las épocas en las que han sido presidentas».

Aunque defendió la presunción de inocencia de sus antecesoras, evitó poner la mano en el fuego por ellas: «No reniego de nadie, pero no tengo que reivindicar nada». Una posición que, previsiblemente, será la que esgrima en su discurso del próximo martes 13 y en su turno de réplicas al resto de portavoces parlamentarios el miércoles.

Ciudadanos también usó la posible imputación de las dos políticas en beneficio propio defendiendo, aún más, su entrada en el próximo Ejecutivo autonómico. «Con los casos de corrupción o posible corrupción del PP, honestamente, no creo que haya mejor garantía de que la corrupción no se produzca en la Comunidad de Madrid que la entrada de Cs a cogobernarla», sostuvo el líder regional de Cs, Ignacio Aguado. En este sentido, afirmó que serán «leales» a la coalición con los populares pero que no se convertirán en «cómplices» de ningún escándalo.

LA IZQUIERDA DARÁ BATALLA

La alianza entre el Partido Popular y Cs, que contará con el apoyo de Vox desde la oposición, no sentó bien a PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos. El socialista Ángel Gabilondo reprochó a Ciudadanos no haber permitido «explorar» un modelo de gestión diferente al del PP. Unas acusaciones que se suman a las de Íñigo Errejón (Más Madrid) e Isa Serra (Unidas Podemos), que el lunes lamentaron el entendimiento de los naranjas con la corrupción de los populares y la extrema derecha.