La alianza de las derechas conquistó ayer la Comunidad de Madrid. Es la tercera autonomía, tras Andalucía y Murcia, en la que PP, Ciudadanos y Vox pactan para gobernar. Isabel Díaz Ayuso, la candidata popular, fue elegida por mayoría absoluta gracias a los votos de su grupo (30 escaños), los de los diputados naranjas (26) y de los radicales (12). El resto de la Cámara, con los parlamentarios de Más Madrid (20), Podemos (siete) y el ganador de las elecciones, el PSOE (37), rechazó el nombramiento.

Ayuso y los jefes de filas de Ciudadanos y Vox, Ignacio Aguado y Rocío Monasterio, respectivamente, exhibieron sintonía en una sesión que se alargó casi ocho horas y que vivió los momentos más tensos en los rifirrafes entre la candidata y los portavoces de la izquierda por las supuestas relaciones de Ayuso con miembros de la trama Púnica y las presuntas irregularidades en la gestión de un crédito.

El resto del debate con sus socios de votación, que no de legislatura porque Vox pasará a la oposición, según insistió, proporcionó horas de palabras amables y agradecimiento en las que los tres partidos subrayaron su voluntad de entenderse y, sobre todo, de impedir que el PSOE, pudiera llegar al poder.

Ayuso aseguró que cumplirá «en su totalidad» el proyecto de Ciudadanos (un acuerdo de 155 puntos firmado con el PP) y el de Vox (tres folios en los que la formación dejó fuera sus reivindicaciones más radicales en pos del pacto).

Las palabras de la política conservadora quedaron registradas en el diario de sesiones. Esta es la fórmula que los tres partidos acordaron para evitar esa reunión a tres bandas a la que Ciudadanos logró resistirse. Monasterio reclamó en un principio que los tres firmaran un documento con «luz y taquígrafos». También pidió consejerías, a las que también renunció.

EL ACUERDO / En el documento de tres hojas, la formación radical obvió peticiones como la derogación de artículos de leyes de protección al colectivo LGTBI y el «pin parental», para que los niños puedan salir de clase cuando se traten contenidos que no respondan a las convicciones de sus padres, aunque mantiene que los centros establezcan «mecanismos que garanticen la no injerencia de los poderes públicos en la educación».

También reclama una consejería que se dedique a los Asuntos Sociales, la Familia y también a la «natalidad». Y respecto a la inmigración irregular, uno de los caballos de batalla de Vox, Monasterio incluyó la petición de que ningún menor extranjero no acompañado, ningún mena, ingrese en los centros específicos para atenderle «sin que haya sido determinada de forma fehaciente su edad».

Las pruebas para saber su edad real (una radiografía de la muñeca o de la dentadura, habitualmente) tardan en ocasiones varios días y no siempre es determinante para conocer la edad de la persona.

El primer Ejecutivo de coalición de la región tendrá la presidencia y siete consejerías en manos del PP y la vicepresidencia y seis departamentos en las de Cs. La toma de posesión será el lunes, ya que el nombramiento debe aparecer en el Boletín Oficial del Estado y en el de la Comunidad y el puente lo ha dificultado.

LA MARCA «SUMA» / Al acto acudirá el presidente del PP, Pablo Casado, que está de vacaciones y no asistió al debate. Ayuso tendrá ocasión de poner en práctica el programa liberal que defiende para toda España. Además, en las alianzas en Madrid, en Andalucía y en Murcia, el presidente del PP ve el esbozo de la refundición de la derecha, uno de los objetivos que se ha planteado. De hecho, ayer fuentes de la dirección del PP informaron de que han replicado a nivel nacional y también autonómico la fórmula Navarra Suma, la marca electoral con la que se presentaron junto a UPN y Ciudadanos en mayo. Así que ya están registradas «España Suma» y «Aragón Suma», entre otras.

La idea de Casado es sumar a Cs y otras formaciones, aunque, en estos momentos al menos, Albert Rivera rechaza esta opción.