El 15 aniversario de la tragedia del Yak-42, el avión siniestrado en 2003 en Turquía, llegó sin que hubiese ningún acto oficial para conmemorarlo, y sin que el Gobierno cumpliese su compromiso de hacer un homenaje a los 62 militares españoles que murieron en el accidente. Varios días después de la efeméride, las autoridades turcas informaban de que una extremidad inferior, cuya identificación no pudo determinarse en su momento, fue enterrada en un cementerio en 2003. Ahora, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha asegurado que no se sabe todavía si la pierna es de una víctima española del accidente del Yak porque las autoridades turcas la habían enterrado antes de la identificación de los cadáveres "por su cuenta y riesgo".

La ministra ha respondido en el Congreso de los Diputados a las preguntas del diputado de ERC Gabriel Rufián, y sus declaraciones han indignado a los familiares de las víctimas de tan terrible accidente. Fue a ellos a los que, en 2004, el secretario general de Política de Defensa y número 3 de Federico Trillo, Javier Jiménez-Ugarte, les envió una carta en la que les aseguraba que todos los restos de sus seres queridos habían retornado a España. Con la misiva, Jiménez-Ugarte pretendía desmentir sus propias declaraciones de unos días antes, cuando en una entrevista en El Periódico de Aragón señaló que después del siniestro "aparecieron restos" en la zona del accidente y que fueron enterrados "con respeto y cuidadosamente".

En la carta a los familiares, Jiménez-Ugarte continúa señalando que a lo que se refería era a “trozos de tejido” o “pequeñísimos restos encontrados por los militares turcos” durante sus labores de limpieza de la zona: “Hablábamos de algo que nada tenía que ver con un resto humano identificable por su entidad”, indicaba, y terminaba su escrito con una afirmación tajante: “Puede estar totalmente seguro de que todos los restos de sus queridos deudos retornaron a España debidamente identificados por sus compañeros militares enviados al efecto para llevar a cabo tan delicada tarea”.

14 años después, las víctimas siguen convencidas de que la información sobre la pierna enterrada confirma que Defensa conocía desde 2003 que había restos de los militares del Yak-42 en Turquía. Fue un familiar de las víctimas del accidente el que solicitó en enero al Ministerio de Defensa que preguntase a las autoridades turcas si aún permanecían restos de personas fallecidas en su territorio. Tras su respuesta, el Ministerio de Defensa ha instado a la Audiencia Nacional a la apertura de un proceso de cooperación judicial para verificar la existencia de esa pierna.

Javier Jiménez-Ugarte ocupó la Secretaría General de Política de Defensa en el Ministerio de Defensa entre 2000 y 2004. Después, tras un breve paso por el “Gabinete de Análisis y Previsión de Política Exterior” del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, estuvo destinado como Cónsul General en Nador, y Tetuán (Larache), pasando luego a ocupar el puesto de Cónsul General de España en Edimburgo en el 2010, tal y como recoge el portal de Transparencia. En mayo de 2012 se convirtió en Embajador de España en Suecia y, en 2017, se incorporó a la oficina del Alto Comisionado de la Marca España, en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.