La CUP inicia hoy su proceso de renovación del secretariado nacional de la formación, órgano encargado de gestionar políticamente la organización, ejecutar la línea política marcada por las asambleas territoriales y con potestad para tomar decisiones políticas de urgencia. Hasta siete exdiputados de la pasada legislatura concurren en listas separadas o a través de candidaturas individuales para los 15 puestos que se eligen.

Albert Botran y Pilar Castillejo, por un lado, y Eulàlia Reguant, Mireia Vehí, Joan Garriga y Benet Salellas, por el otro, competirán por ocupar los 11 de los 15 asientos del nuevo secretariado nacional de la CUP que los estatutos preveen que se elijan a través de listas colectivas. Los cuatro restantes, reservados para candidaturas individuales, tendrán a la exdiputada por Lleida Mireia Boya o al concejal en el ayuntamiento de Girona Lluc Salellas, hermano del exdiputado Benet Salellas, como las caras más conocidas.

El proceso interno de campaña electoral comienza el viernes 19 de enero y finalizará el próximo 9 de febrero. La campaña, según marcan los estatutos de la formación, es "exclusivamente interna" y, en consecuencia, las diferentes candidaturas no harán ningún debate público ni tienen permitido promocionar sus ideas a través de los medios de comunicación.

Al día siguiente comenzarán los procesos de votación telemática, individual y secreta, que concluirán el jueves 15 de febrero a medianoche. Los resultados de la nueva composición del secretariado nacional de la CUP se darán a conocer el día después, presumiblemente en la mañana del viernes 16 de febrero.

Primer reto: gestionar la pérdida de ingresos

Uno de los primeros retos que tendrá que afrontar el nuevo secretariado será la pérdida de ingresos derivada de la pérdida de seis diputados en las pasadas elecciones del 21 de diciembre. La CUP pasó de 10 a 4 diputados, lo que deja a los anticapitalistas sin capacidad de formar grupo parlamentario propio. La primera consecuencia derivada de ello es que el partido no podrá tener acceso a las subvenciones públicas para costear el 'mailing' de propaganda electoral durante la campaña.

A ello se suma el descenso de ingresos tanto por la via de las subvenciones directas como por la aportación de parte del salario de los diputados 'cupaires'. En el ejercicio de 2016, el último publicado en la web de la formación, los ingresos fueron de 2.139.384 euros. Realizando un cálculo aproximado y proporcional en base a cuatro diputados, tanto por la vía de las aportaciones salariales como de las subvenciones públicas, los ingresos de la CUP en 2018 podrían ser de alrededor de unos 1.150.000 euros.

El antiguo secretariado dimitió en bloque de manera sorpresiva el pasado sábado 2 de diciembre, a dos días de comenzar la campaña electoral del 21-D, y en un consejo político con una manifestación de extrema derecha y una contramanifestación afín a las puertas de la sede nacional, en el número 180 de la calle Casp de Barcelona. Sus miembros argumentaron que dicha decisión fue debido a la "intesidad" del "contexto interno y externo" de los últimos meses y que su última misión, la preparación de la campaña electoral, ya había sido cumplida.