Mentar a José María Aznar en el PP durante los últimos 14 años no ha sido fácil. La relación con su delfín, Mariano Rajoy, se fue deteriorando poco a poco y, tras demasiados desencuentros, al final, llegó la ruptura. En diciembre del 2016, Aznar abandonó el cargo de presidente de honor de la formación, un puesto que el político gallego había creado para honrarle en 2004.

Ahora, en estos días de campaña en las filas conservadoras, el nombre de Aznar vuelve a sonar. Pablo Casado, que fue jefe de su Gabinete dos años cuando dejó la Moncloa, lo nombró el día que presentó su candidatura, cuando reivindicó «el legado» de los tres presidentes que ha tenido el PP (Manuel Fraga, Aznar y Rajoy). Y lo ha repetido en numerosos actos, para defender que a él le gustaría conseguir un PP fuerte en que se «vuelva a ver juntos» a los dos expresidentes del Gobierno.

Estos hechos fueron aprovechados ayer por María Dolores de Cospedal, para dejar caer en una entrevista que la candidatura de Casado es «próxima» a Aznar, con todo lo que eso significa.

La tensión va subiendo poco a poco conforme se acerca la fecha de la primera votación, el próximo jueves. El exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo también coincidió con Cospedal y señaló que es «evidente» que Casado está «rescatando» las «ideas» de Aznar. Por su parte, Soraya Sáenz de Santamaría evitó comentar el asunto para evitar hacer «destrozos» en el partido y no desunir.

Cospedal señaló en la Cadena Ser que «hay candidaturas que parece que están próximas al anterior presidente del partido» y destacó que, en concreto, «parece ser la de Pablo Casado porque así él mismo lo traslada en muchos de los actos e intervenciones». «Pero eso no es bueno ni malo, es un apoyo más de una persona que ha sido presidente de nuestro partido», apostilló.

Casado no tardó en contestar y -precisamente desde el feudo regional de Cospedal- señaló que «difícilmente» puede aspirar a liderar un partido alguien que «reniega» del pasado de ese partido y «de su propio pasado al haber pertenecido a los gobiernos de los que está hablando». «Yo he sido jefe de gabinete de Aznar dos años y portavoz de Rajoy tres, a mucha honra de los dos», dijo Casado. Además destacó que si se quiere liderar el PP «no hay que renegar del pasado» sino que «hay que estar orgulloso de todo el pasado, sobre todo porque ha sido muy positivo». A su juicio, el PP debe estar orgulloso de Mariano Rajoy, de Aznar o de Manuel Fraga, pero, a su juicio, la formación debe «ampliar el espacio electoral».

Casado declaró que detrás de su candidatura no hay ningún alto cargo, ningún expresidente, ni ningún barón autonómico o provincial. «Soy el candidato de las bases», dijo, el candidato a la presidencia del PP.