La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha apuntado este martes que la incidencia del acoso sexual en las Fuerzas Armadas es del 0,02 por ciento, un porcentaje menor al que afecta al ámbito civil pero que en cualquier caso es "mucho" y el Ministerio trabaja con el objetivo de erradicar.

Cospedal ha detallado este martes ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados las pautas del protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo, aprobado en el año 2015, y ha repasado los planes de sensibilización, campañas de difusión y medidas de protección a la víctima que desarrolla su Departamento.

En este contexto, ha asegurado que el Gobierno rechaza "de forma contundente" cualquier modalidad de acoso porque "toda persona tiene derecho a recibir un trato respetuoso, digno y cortés que asegure un entorno de trabajo en el que se respete la dignidad de la persona y su salud no se vea afectada".

Y aunque ha subrayado la "dificultad" de erradicar los casos de acoso en toda la sociedad, ha insistido en que el Ministerio no va a permitir ninguna situación de este tipo ni dejar de combatirla. "Si se producen, seguiremos protegiendo a las víctimas y sancionando a los responsables", ha asegurado.

En cualquier caso, ha insistido en que las Fuerzas Armadas no son "un broche negro" en acoso respecto al resto de la sociedad y no se dan entre sus miembros más casos que en resto de la sociedad. "Ya me gustaría que no hubiera ningún caso de acoso sexual. Quien piense lo contrario es un bárbaro", ha enfatizado apuntando que la comisión de estos delitos no depende "del ministro de turno ni del Gobierno de turno". "En ese caso, seríamos culpables de todos los hombres acosadores y de todas las mujeres acosadoras, que también las habrá", ha sugerido.

El caso de Zaida Cantera

Sobre este asunto, la portavoz de defensa del PSOE, Zaida Cantera, ha aludido a su situación personal para relatar el "calvario" que atraviesan las mujeres que denuncian acoso en el seno de las Fuerzas Armadas. Cantera dejó la carrera militar después de denunciar acoso sexual y laboral de un superior.

"¿Sabe lo que pasa una víctima hasta que denuncia? Pone en una balanza si merece la pena denunciar porque sabe que habrá represalias -ha relatado-. Sabe que en el momento que denuncie pasará a ser la mala de la película, la que no ha sabido limpiar trapos sucios en el interior de la cocina".

Y ha repasado algunos de los casos conocidos durante los últimos meses, como el de la soldado del acuartelamiento de Bobadilla (Málaga) que denunció haber sido agredida sexualmente por varios compañeros o la legionaria con reducción de jornada expedientada por no participar en un desfile militar para cuidar a su hija de dos años. "Hombres que cometen esas actuaciones no son dignos de vestir el uniforme", ha reivindicado.

Por su parte, la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha criticado la falta de "autocrítica" en el Ministerio de Defensa ante los "escándalos" que salen a la luz y ha reprochado a Cospedal "opacidad, falta de datos oficiales y poco interés".

Sin datos por "equidad"

La comisión del Congreso ha abordado también la situación de la cabo Teresa Franco, delegada de igualdad de la asociación militar AUME que se enfrenta a un expediente abierto por el Ejército del Aire que podría concluir con su expulsión de las Fuerzas Armadas.

Cospedal ha explicado que la Ley de la carrera militar reguló una serie de evaluaciones para todos los miembros de las Fuerzas Armadas, que se realizan "de forma objetiva", y ha revelado que el expediente sobre la cabo Franco se remite a actuaciones de hace seis años. Sin embargo, no ha querido dar más detalles sobre este caso para no vulnerar la ley de protección de datos. "Debo garantizar la equidad", ha explicado ante las críticas de los partidos de la oposición.