La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, explicó al tribunal del 'procés' que la movilización "pacífica" del 20 de septiembre frente a la Conselleria d'Econòmia contra los arrestos y registros de la operación Anubis se debió a que "había una sensación de estado de excepción" en Cataluña, merecedor de "un llamamiento a la participación pacífica y democrát"Cuixart me he reunido muchas veces. Él es una persona muy querida, pacífica, de consenso y dialogantes. Siempre ha habido una predisposición a la colaboración. A mi me parte el alma que Cuixart y el resto de acusados estén aquí. Si por el 1-O estamos aquí, deberíamos estar millones de personas"ica", como el que hizo, porque "las instituciones y los derechos fundamentales podían estar en peligro". Y consideró el 1-O "de la gente", lo que la llevó a decir que si es eso es lo que se juzga en el Supremo deberían sentarse en el banquillo "millones de personas".

Pese a que el operativo del 20 de septiembre lo ordenaba el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, la alcaldesa señaló que la movilización espontánea "no se produjo de forma aislada, sino en un contexto", en el que enumeró un intento de registro en la sede de la CUP y al hecho, que se reproduce en todos los registros, de que "entraron efectivos policiales, no solo judiciales, en una institución democratica".

EXTREMA DERECHA

Colau comenzó su declaración diciendo que estaba "dispuesta a contestar a todas la preguntas" que se le hagan "por respeto a la Sala y al derecho de defensa traslado mi incomodidad por tener que contestar a un grupo de extrema derecha, se mostró "maravillada" por la movilización del 1-O, que "fue de la gente, de la ciudadanía organizada".

A diferencia del 20-S, que no estuvo en la concentración, explicó que el 1-0 participó como alcaldesa y ciudadana. "La noche anterior estuve visitando la escuela en la que yo iba a vota. Nos juntamos miles de personas en muchas escuelas. Al día siguiente estuve haciendo cola para vota, pero empezaron a llegar noticias horribles de cargas policiales brutales", dijo.

Ello le dio pie a afirmar que el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, es "una persona muy querida, pacífica, de consenso y dialogante" y a declarar: "A mí me parte el alma que Cuixart y el resto de acusados estén aquí. Si por el 1-O estamos aquí, deberíamos estar millones de personas".

La alcaldesa explicó que ejerce la acusación popular contra los agentes, al entender que había una consigna política para esas cargas. “Entendíamos que la suspensión" del Tribunal Constitucional se refería de forma "concreta al referéndum, pero no estaban suspendido los derechos políticos y libertades", por lo que estaba "de acuerdo que se realizara esta votación y en Barcelona se abrieron locales municipales" para ello.

"El 1-O llamé al delegado de Gobierno, Enric Millo, y le exigí que pararan esas cargas policiales. El hecho era tan grave en Cataluña hubo más de 1.000 heridos y en Barcelona, unos 300. Nos hemos personado como acusación en una causa abierta en un juzgado de Barcelona por los cargas. Entendemos qué había una instrucción política y la ciudadanía tiene derecho a saber la verdad", señaló. Millo declarará el próximo lunes ante el tribunal del 'procés'.