Albert Rivera rechaza verse con Santiago Abascal, pero sí acepta ya que sus dirigentes territoriales se reúnan con Vox para desbloquear las investiduras de los candidatos del PP en Madrid y Murcia. En ambas comunidades, la triple derecha puede llegar a gobernar si hay pacto. Aunque de momento hoy habrá pleno de investidura en la Asamblea de Madrid sin tener aún candidato, con lo que empieza a correr el reloj cara a la convocatoria de nuevas elecciones en caso de no acuerdo.

Abascal había pedido una cita cara a cara a Rivera para facilitar esos gobiernos regionales, porque considera que Cs trata a Vox con desdén, pero su exigencia no será satisfecha. Al menos, por ahora. La cesión de Rivera llegó ayer por la vía regional, dando vía libre a que los jefes de filas de los naranjas en Madrid y Murcia se encuentren con sus homólogos del partido ultra para abordar la elección de Isabel Díaz Ayuso, como presidenta de Madrid, y de Fernando López Miras, como presidente de Murcia.

SOLO PARA INFORMAR / Lo que hasta ahora eran charlas de «café», como se burló la semana pasada el diputado de Cs Juan Carlos Girauta, ahora serán reuniones formales. Solo informativas, apuntó Rivera, para subrayar que Cs no negociará nada, pero reuniones al fin y al cabo. En rueda de prensa, insistió en que no tiene nada de qué hablar con Abascal, aunque dijo que si es necesario «explicar» a Vox los «acuerdos de Gobierno» con los populares, le parecía bien que esas citas a tres (también con el PP) se produjeran.

El líder ultra descartó hace tres semanas asumir concejalías o consejerías y ahora ha rebajado su expectativa de conseguir esa foto con Rivera al ver que Cs ha aceptado ya «más taquígrafos» en sus contactos (hasta ahora muy escasos y casi clandestinos) con Vox. Ayer por la tarde se reunieron Rocío Monasterio (Vox), Ignacio Aguado (Cs) y Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid. Y hoy por la mañana hay otra cita prevista en Murcia.

«Mi sensación es que se va a empezar a trabajar hoy [en referencia a Madrid] para que la semana que viene se desbloqueen las dos investiduras», opinó, optimista, Pablo Casado. Hay un margen legal de casi dos meses en los dos casos para llegar a un acuerdo. El líder del PP habló por la mañana durante más de una hora con Abascal en el Congreso. No quiso analizar la negativa de Rivera a verse con él. «Hay que hablar», señaló el líder del PP, el cual recordó que los ciudadanos les «pagan para ello» y que el trabajo de los políticos es hacer «todo lo que sea para desbloquear».