Nueva maniobra de Albert Rivera para aplacar la crisis interna en la que se ve sumido Ciudadanos, después del goteo de dimisiones y las sucesivas críticas a su liderazgo: ampliar la dirección para diluir las voces disonantes. El partido se conjurará el próximo 29 de julio en consejo general extraordinario, el máximo órgano entre congresos, para valorar el curso político y rediseñar sus estatutos para agrandar la ejecutiva de 40 hasta un máximo de 50 miembros.

El secretario general y fiel escudero de Rivera, José Manuel Villegas, desdeñó en rueda de prensa que el propósito sea forjar un cerco de fieles sino que achacó la medida al «crecimiento» e implantación territorial de sus siglas tras las elecciones.

Esta remodelación de los estatutos facilitaría la incorporación de fichajes estrella de Rivera para el 28, como son el exabogado del Estado Edmundo Bal o el exdirector general de la Policía Joan Mesquida. Y es que una de las últimas incorporaciones es la del exvicepresidente de Coca-Cola, Marcos de Quinto, que actuó como números dos del líder en la lista por Madrid.

Villegas afirmó que «no está previsto que haya ceses» en la actual dirección compuesta por 34 miembros, algunos de ellos contrarios al giro a la derecha y a la estrategia de no negociar con Pedro Sánchez su investidura, pero tampoco fue contundente en el descarte. Eso sí, recordó que las bajas no tienen que someterse a votación, sino que pueden ser dictadas directamente por Rivera, a diferencia de las nuevas adhesiones.

Preguntado por la situación en la que se encuentra el portavoz de Hacienda, Francisco de la Torre, dijo que «está en período de reflexión» y que por ahora no ha presentado su dimisión ni ha puesto el cargo disposición del partido. En el consejo también se votará la reforma del reglamento de este órgano para que pueda ser convocado con una anticipación de una semana y no quince días como es ahora.