Una moción sobre el diálogo «en el marco de la ley» pactada por el PSOE y el PDECat en el Congreso ha abierto una evidente fractura en el seno del independentismo. No solo porque ERC ha decidido finalmente no apoyarla y la CUP ha puesto el grito en el cielo, sino porque no todos los diputados posconvergentes en la Cámara baja están de acuerdo con el texto que se votará hoy y cuya aprobación está en el aire.

En la moción, promovida por el PDECat y que llega al día siguiente de la masiva manifestación independentista de la Diada en la que la ANC exigió firmeza para hacer realidad la república catalana, el PSOE y los posconvergentes instan al Gobierno de Pedro Sánchez a iniciar un proceso de diálogo político «sin imposiciones ni impedimentos» que permita a la sociedad catalana «determinar su futuro en el marco del ordenamiento jurídico vigente». La inclusión de esta última frase, la apelación a la ley, es fruto de una enmienda socialista aceptada por el PDECat.

El PSOE dio en un primer momento por supuesto que el documento saldría aprobado con los apoyos, además de los autores de la moción, de ERC, Podemos y sus satélites y el PNV, los mismos que apoyaron la moción de censura de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy. Pero los republicanos se han descolgado a última hora y se abstendrán. Con el PP y Ciudadanos en contra, la situación ahora mismo es de empate. Ana Oramas, de Coalición Canaria, tiene la llave para decantar la votación en un sentido u otro.

DIVISIÓN EN EL PDECAT / En el seno de los diputados del PDECat no hay unanimidad. Unos apoyan la moción y afean a ERC la «irresponsaiblidad» de poner en peligro su aprobación. Pero hay quien está totalmente en contra del texto. Por si la confusión fuera poca, desde la Generalitat, la portavoz Elsa Artadi salía en defensa del diálogo en el marco de la ley porque «siempre hemos creído que en el marco actual» se puede convocar un referéndum de autodeterminación. Artadi ha insistido en que el «escenario central» del Ejecutivo de Quim Torra -donde conviven PDECat y ERC- es el diálogo.

En cambio, el republicano Joan Tardà ha justificado su paso a la abstención en que «lo acordado por el PDECat y el PSOE está por debajo del diálogo sin cortapisas que habíamos pactado con el Gobierno». También la intervención del diputado del PSC José Zaragoza en el debate de la moción ha movido a Esquerra a la abstención. El socialista ha espetado que «los dos gobiernos anteriores se habían dado la espalda para no dialogar. A los independentistas les ha venido bien. Solo les interesa la autodeterminación. Contra Rajoy vivían mejor. Pero ya no tienen excusa».

En el PDECat aseguran que ERC se había comprometido el martes a votar a favor. Los posconvergentes favorables al texto argumentan que la mención al «ordenamiento jurídico vigente» no implica ninguna renuncia al referéndum de autodeterminación, porque este, a su juicio, es posible convocarlo sin cambiar la ley. «Si esta moción se aprueba habremos lanzado el mensaje de que es posible resolver el conflicto por las vías democráticas», dijo durante el debate Carles Campuzano, del PDECat, que también reconoció que todavía se está «lejos de atisbar soluciones».

Y mientras ERC se abstiene, la CUP cree que la moción «vulnera gravemente la voluntad popular del pueblo de Cataluña» y que es «una muestra más de la intención de cerrar en despachos lo que la gente, de forma autoorganizada, ha logrado en las calles».

El resultado de la votación hoy es muy importante. Para el Gobierno, puede significar tener o no tener el respaldo del Congreso a su estrategia en Cataluña, basada en el diálogo con la Generalitat a través de reuniones bilaterales. Pero fuentes socialistas insistieron, tras el portazo de ERC, que la moción no era suya sino del PDECat, que ellos se habían limitado a enmendarla. La suerte de la propuesta, aseguraron, no les afectaba en exceso. Es más, si finalmente sale rechazada, concluyeron, no sería una mala noticia, porque evidenciaría la división de los dos partidos del Govern.