En la medianoche del jueves al viernes se inicia la campaña electoral más atípica de la democracia española en las últimas décadas. La del referéndum proscrito del primero de octubre. Sobre el terreno de juego, eso sí, solo habrá el equipo del ‘sí’, es decir los independentistas que abren fuego en el Tarraco Arena en un acto unitario de PDECat, ERC y la CUP. Una ‘rara avis’, la presencia de los anticapitalistas con los socios de Junts pel Sí, que tan solo se podrá ver de nuevo dentro de 15 días, en el cierre de la campaña. “Las últimas fotografías con los convergentes”, señalaron voces socarronas de la CUP.

A diferencia de otras batallas referendísticas, el debate Si-No a lo que se pregunta no ocupa el tablero, a diferencia, por ejemplo de las elecciones del 27 de septiembre del 2015, aquellas que los unos, a priori, los secesionistas, y otros a posteriori, los no independentistas, declararon plebiscitarias. Dicho de otro modo, ante la incomparecencia del ‘no’ a la secesión, el soberanismo plantea su batalla propagandística en el terreno de la participación.

Así, por ejemplo, los principales mítines de campaña de ERC (donde actuarán Oriol Junqueras y/o, Marta Rovira, Joan Tardà y Gabriel Rufián) tendrán lugar, casi todos, en esa macro área metropolitana, en términos estadísticos norteamericanos, que nace de la suma de la región metropolitana barcelonesa y el Camp de Tarragona.

La elección de los municipios ha sido cuidada con esmero, sobre todo en el entorno barcelonés. Se obvian aquellos municipios donde se supone que la alergia a votar al 1-O es grande (como Santa Coloma, por ejemplo) y se focalizan esfuerzos en aquellos donde abundan los indecisos entre acudir o no a votar, como Cerdanyola o Mataró. El acto central de PDECat y ERC (sin la CUP) tendrá lugar en una localidad de la región metropolitana barcelonesa, aun sin precisar.

Construir marca

El PDECat también intentará activar a los indecisos cara al 1-O, pero lo hará manteniendo el perfil ideológico centrista del partido de Artur Mas y Marta Pascal. Lo hará mostrando, por ejemplo, su posición respecto a la la colaboración de las administraciones públicas con la iniciativa privada. Es decir, usarán la campaña para construir su marca propia, diluida en los últimos meses con su alianza por obligación con la CUP.

Así, mientras se incita a participar en el referéndum, el PDEcat aprovechará también sus más de 630 actos para recordar su modelo de país, distinto al de ERC y obviamente al de la CUP

La CUP ha concebido la campaña con el objetivo “de ganar como sociedad y no como partido” por lo que sus carteles no llevarán la firma del partido. “Aspiramos a que la población vaya a votar y a que vote sí” señala el comunicado de la fuerza anticapitalista.

Más allá de las fuerzas independentistas, así como las entidades que también harán un esfuerzo para llamar a la movilización, hay otros puntos de interés en la campaña. Por ejemplo, el papel que desempeñará el líder de Podem Catalunya, Albano-Dante Fachín, que apoya y promueve “la movilización” del 1-O. EL viernes, Fachín participará, junto a Benet Salellas, en un acto de la CUP por el ‘sí’ en Vic.

Será por el trasiego que se prevé, o bien para darle empaque a la campaña, pero JxSí y la CUP han pedido a la Mesa del Parlament que aplace el pleno de la semana próxima para no interferir en los actos.