La nueva dirección del PP encabezada por Pablo Casado pretende no dejar cabos sueltos, con respecto a la anterior etapa del partido. El principal de ellos, sin duda, es el papel que van a desempeñar en un futuro dos de las principales figuras del partido con Mariano Rajoy, como son la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría y la exministra Dolores de Cospedal. Así, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, afirmó ayer que el partido está pendiente de conocer los «deseos» y «planes» para el futuro de ambas. En el caso de la exvicepresidenta, el partido la ve como «un activo», y lo mismo ocurre con Cospedal (antecesora en el cargo de partido de García Egea), «una excelente ministra» con resultados en Castilla-La Mancha que «la avalan» para poder repetir como cabeza de cartel «si así lo desea».

A Sáenz de Santamaría se la ha relacionado con una posible candidatura al Ayuntamiento o a la Comunidad de Madrid, mientras que para la exministra de Defensa las quinielas apuntan al liderazgo de las listas del PP en los próximos comicios europeos que, junto con las elecciones municipales y las autonómicas (en 13 de las 17 comunidades) se celebrarán el próximo 26 de mayo.

De momento, en su bastión, Castilla-La Mancha, donde sigue siendo la presidenta del partido regional, Cospedal ya está recibiendo significativos respaldos. La diputada en la Cámara regional María Roldán manifestó que su presidenta se ha ganado todo el respeto del PP en la región y decida lo que decida hacer con su futuro los populares castellanomanchegos «van a respetar su decisión».

García Egea recordó, asimismo, que sigue en pie el ofrecimiento de Casado para que Santamaría se integre en el comité ejecutivo, un puesto que «no va a ocupar nadie».

El secretario general dijo que esa vocalía en ese órgano del partido «sigue pendiente de la decisión» de la exvicepresidenta, y añadió que el PP que dirige Casado quiere «contar con todos».