El PP sube el diapasón con Cataluña a tres días del Consejo de Ministros en Barcelona y eleva la bronca en el Congreso de los Diputados para exigir al Gobierno medidas excepcionales contra los independentistas. El líder de los conservadores, Pablo Casado, ha acusado a Pedro Sánchez de "implorar" una entrevista con Quim Torra y ha exigido que, si no aplica el artículo 155 de la Constitución, por lo menos tome el control de los Mossos de Esquadra a través de la ley de seguridad. "Ponga orden o váyase y convoque elecciones", ha revindicado.

Sánchez se ha revuelto contra el tono de Casado y le ha acusado de hacer una "oposición autoritaria", tanto en la forma por los insultos, como en el fondo "patrimonializando" la Constitución como si fuese solo del PP.

No ha acabado ahí la bronca en el hemiciclo, sino que ha ido a más con la intervención de la portavoz de los conservadores. Dolors Montserrat ha increpado a la vicepresidenta, Carmen Calvo, en una pregunta que estaba planteada como un balance de los seis primeros meses de Sánchez al frente de la Moncloa y que ha acabado siendo una enmienda a la totalidad a la gestión de los socialistas. Montserrat ha acusado al Gobierno de ser "una fábrica de problemas" y ha afirmado que Sánchez es "la degeneración de [José Luis Rodríguez] Zapatero".

"En Cataluña abrazan a Torra y el independentismo, en economía a Iglesias y el comunismo", ha reprochado. La dureza de su intervención ha sublevado a Calvo, que le ha afeado tener "una posición francamente cerril" y que mientras hablan de la unidad de España "se dedican a confrontar". Ha destacado la vicepresidenta que la "fábrica de independentistas" fue el PP mientras estaba en la Moncloa.