Pablo Casado anunció la semana pasada que es partidario de derogar la actual ley del aborto de plazos, de 2010, y volver a la de supuestos, de 1985. Sin embargo, no va a presentar ninguna iniciativa en el Congreso para mostrar su desacuerdo y tratar de cambiarla y está dispuesto a esperar a conocer la resolución del Tribunal Constitucional sobre esa norma, ya que Mariano Rajoy la recurrió hace nueve años.

El actual presidente de los populares echa el freno así en un asunto controvertido para su propio partido y clave para la izquierda, sobre todo cuando falta menos de un mes para el 8-M, Día Internacional de la Mujer. La encargada de anunciarlo fue Marta González, vicesecretaria de Comunicación de los conservadores. "Es cierto que en el PP, en el tema del aborto, coinciden muchas sensibilidades diferentes, desde las personas que son absolutamente contrarias, casi en ningún supuesto y otras, en cambio, que consideran que las mujeres deben ser escuchadas y que, al final, sus necesidades y su situación personal debe ser tenida en cuenta", afirmó González.

La ley de 1985 despenalizó el aborto en los supuestos de violación, riesgo para la salud física y psíquica de la madre y malformación en el feto, mientras que la de 2010, en vigor, permite el aborto libre en las 14 primeras semanas de gestación.

DEFENSA DE LA "VIDA"

Casado ya dejó claro durante la campaña de las primarias a las que se presentó para liderar el PP que prefería la norma de Felipe González, pero estos meses ha evitado abordar esa reforma pese a la presión de Vox por la derecha. En la convención nacional de enero, supuestamente la del 'rearme ideológico', hizo una defensa de la "vida" y orilló la palabra "aborto". Fuentes de su equipo dijeron aquel domingo en la cumbre de los populares que Casado no tenía en la cabeza intentar modificar la norma, algo muy difícil con el actual reparto de escaños en el Congreso, y el tema se olvidó hasta la semana pasada, cuando vinculó la interrupción del embarazo con las pensiones. "Creo que tenemos que hacer un análisis de qué sociedad estamos construyendo y, sobre todo, que eso a la izquierda se le da muy mal, si queremos financiar las pensiones y la salud debemos pensar en cómo tener más niños y no en cómo los abortamos", afirmó en una entrevista con la Agencia Efe.

La responsable de Igualdad de la Xunta de Galicia, Susana López Abella, discrepó de la opinión del presidente del PP y afirmó que el actual marco es el "adecuado". Tampoco se sintió cómoda la vicesecretaria de Estudios, Andrea Levy, que declaró que ella considera que "lo sensato" sería esperar que el Tribunal Constitucional resuelva.

MÁS AYUDA PARA LAS MADRES CON PROBLEMAS ECONÓMICOS

En rueda de prensa, Marta González subrayó que Casado ha mostrado "en varias ocasiones su preferencia" por el modelo de supuestos frente al de plazos y, a renglón seguido, apuntó (leyendo unas anotaciones que llevaba escritas) que "en lo que sí coincide la totalidad" del partido es "en la necesidad de evitar a toda costa que sea una situación de vulnerabilidad o de dificultad en el ámbito laboral o económico" la que de lugar a un aborto. En este sentido, destacó que en el PP están "totalmente de acuerdo" en la necesidad de apoyar a las mujeres que decidan ser madres para que el embarazo "nunca suponga un problema en ningún campo", ya sea laboral, social o educativo. Fuentes del equipo de Casado añadieron después que el líder de los populares es partidario de aumentar el dinero que reciben las asociaciones que se dedican a ayudar a madres en exclusión social y a madres jóvenes.