El nuevo líder del PP, Pablo Casado, ha advertido a Pedro Sánchez que estará vigilante a su política respecto a Catalunya y que si cede al "chantaje" del independentismo tendrá al principal grupo de la oposición en frente con una actitud "firme". De momento, el presidente de los conservadores dice querer confiar en el jefe de Gobierno, pero no tener todas las certezas. "He dicho que quiero fiarme por no decir que no me fío", ha señalado tras su reunión, que ha durado casi 3 horas.

Casado reclamará la activación de un nuevo 155 reforzado si el Gobierno cede "al chantaje" de los independentistas. El presidente del Gobierno y el jefe del partido conservador no han llegado a acuerdos destacados en su primer encuentro oficial, este jueves en Moncloa, en el que han estado reunidos casi tres horas. Casado ha manifestado que no apoyará una "política de apaciguamiento" en Catalunya y que en la política migratoria mantendrá una oposición dura, porque considera que el Estado no debe ceder al separatismo ni poner en juego la seguridad en las fronteras.

Pedro Sánchez y el nuevo presidente del PP, Pablo Casado, han afrontado su primera entrevista oficial en el Palacio de la Moncloa con voluntad de llegar a acuerdos en los principales asuntos de Estado. Sin embargo, han llegado a esta cita con posiciones distantes en asuntos como Catalunya o la inmigración.

Unos minutos antes de las cinco de la tarde, la hora prevista para el encuentro, Sánchez ha salido a la puerta del edificio del Consejo de Ministros a recibir a Casado y ambos han posado para la prensa gráfica mientras se saludaban. El presidente del Gobierno, con gesto sonriente, y el líder del PP, algo más serio.

A nadie se le escapa que la cita implica el reconocimiento de Casado como líder de la oposición, frente a un auge de Albert Rivera que viene preocupando al PSOE desde hace medio añoespecialmente desde que el liberal fue primera fuerza en Catalunya. La distancia entre la versión oficial y la arena política se hace evidente. Este mismo jueves, a escasas horas del encuentro, la ministra de Defensa, Margarita Robles ha cargado contra el jefe del partido conservador por su discurso sobre la inmigración. "A parte de mostrar desconocimiento de la realidad, demuestra que no está preparado para gobernar ni para asumir políticas de Estado", ha señalado en la Cadena Ser.

Pese a la escalada de declaraciones, fuentes oficiales del Gobierno indican que Sánchez esperaba que la cita transcurriera en un clima de cordialidad y confiaba en que la llegada de un nuevo líder de la oposición suponga también un nuevo tiempo de acuerdos y entendimientos.

Sánchez le ha recordado a Casado que el PSOE ejerció una oposición leal y responsable en asuntos de Estado, muy especialmente en lo relativo a Catalunya en los últimos meses, así que espera que el PP también lo haga ahora que está en la oposición.

El PSOE respaldó al Gobierno en la aplicación del artículo 155 el pasado mes de octubre, y ahora espera que el PP apoye la normalidad institucional que, a su juicio, se abre con la convocatoria de la comisión bilateral Estado-Generalitat reunida este jueves en Barcelona por primera vez en siete años.

Cinco asuntos

Catalunya será uno de los cinco asuntos en los que Sánchez ha ofrecido al PP acuerdos de Estado. Los otros cuatro son la política de gestión de las migraciones, la acción en la Unión Europea, la violencia de género y las infraestructuras como herramienta vertebradora de la cohesión de España.

De la misma manera, Casado ha propuesto al jefe del Ejecutivo la necesidad de que PP y PSOE, en las cuestiones importantes para España como inmigración, política económica o política territorial, dialoguen e intenten mantener posiciones "comunes", siempre "dentro de la responsabilidad".

"Sin buenismo"

Sin embargo, las posiciones están lejos. En materia de inmigración, Casado, que en la víspera de la reunión visitó Algeciras (Cádiz) y Ceuta, ha avanzado que planteará a Sánchez la necesidad de que haya una política "eficaz, sin demagogia y sin buenismos". A su entender, hay que apostar por un "plan Marshall en África para impulsar la cooperación con los países de origen".

El presidente del PP considera que no es posible que haya "papeles para todos". De hecho, sus palabras en este sentido han provocado un alud de críticas desde formaciones de izquierda, que le comparan con líderes de la ultraderecha europea como el viceprimer ministro italiano Mateo Salvini, y hasta de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.

El Gobierno no ha hablado en ningún momento de "papeles para todos" y rechaza de plano que la primera decisión de Sánchez, acoger en España el buque Aquarius, al que Italia había cerrado sus puertos, haya supuesto un 'efecto llamada'. Sánchez quiere que la UE se tome la gestión de las fronteras como una política verdaderamente europea, y cooperar con los países de origen y tránsito.

Frente al independentismo

En política territorial, Casado propondrá a Sánchez un reforzamiento institucional frente al independentismo. El PP quiere llevar al Congreso una proposición de ley para modificar el Código Penal e introducir de nuevo dos tipos penales: el de sedición impropia y el de convocatoria de un referéndum ilegal, suprimidos por el PSOE en 1995 y 2010 respectivamente.

El líder del PP ha criticado que Sánchez se reuniera hace dos semanas con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, cuando éste había anunciado que no renunciaría al derecho de autodeterminación. Por eso, ya ha avanzado que exigirá la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña si el Gobierno del PSOE sigue manteniendo una posición "tan ambigua" frente a los independentistas.

En esta reunión en Moncloa, Casado pedirá también al presidente del Gobierno que "no haya ningún tipo de acercamiento de presos etarras a las cárceles del País Vasco". Otro asunto que llevará al encuentro será la política económica y los compromisos internacionales que tiene que cumplir España en la senda de déficit, techo de gasto y política fiscal, según adelantó él mismo este miércoles desde Algeciras.