Las campañas electorales siempre son duras, pero en esta ocasión, con el anuncio del adelanto y con las tres derechas compitiendo entre ellas, ya la precampaña amenaza con ser inolvidable. Pablo Casado ha seguido hoy en su línea áspera contra Pedro Sánchez y se ha burlado del homenaje que el presidente del Gobierno hizo este fin de semana ante las tumbas de Antonio Machado y Manuel Azaña. En una reunión del grupo parlamentario del PP, el líder del partido ha criticado que el Ejecutivo haya anunciado que aprobará medidas hasta el último Consejo de Ministros antes de las elecciones del 28 de abril. Según Casado, esa decisión "electoralista" solo busca la "confrontación" y en ese contexto ha afirmado: "Lo que pretende es ocupar unas cuantas líneas más de periódicos ya que a Sánchez ya no le quedan tumbas que visitar ni brechas que reabrir entre los españoles".

Casado ha lamentado que el Gobierno quiera "acabar con la reforma laboral que creó tres millones de empleos por la gatera" y acabar con la reforma educativa, que según su información "bajó el fracaso escolar 8 puntos".

En esa comparecencia ante sus diputados, el presidente del PP ha intentado cargarse el relato de Sánchez como político "moderado". El dirigente conservador ha empezado recordando la ausencia del PSOE en la manifestación de la plaza de Colón, una concentración convocada por el PP y Ciudadanos para pedir elecciones y cargar contra el Gobierno de Sánchez por su diálogo con la Generalitat de Catalunya. "Lo extraordinario es que no estuviera el PSOE, el real, el patriótico, el necesario, el constituente, el que hace falta en España", ha lanzando Casado obviando el objeto de la protesta. "No vamos a aceptar carteles de moderación. No es moderado el que hurta el diálogo a las fuerzas constitucionalistas y que lo inicia con aquellos que quieren romper la igualdad entre españoles", ha afirmado. "No es moderado tener una agenda de ruptura que lleva a la recesión y a la quiebra autonómica de España", ha añadido.