La flamante cabeza de lista del PP por Barcelona para las elecciones generales del 28 de abril, Cayetana Álvarez de Toledo, fue no hace tanto muy crítica con el partido conservador y llegó incluso a apostar por la desaparición en toda España de la fuerza a la que ahora representa y su sustitución por Ciudadanos. De hecho, Álvarez de Toledo renunció a renovar su escaño en el Congreso en las elecciones del 20 de diciembre del 2015 -que ocupaba desde el 2008- por su disconformidad con la, a su juicio, «inacción» de Mariano Rajoy ante el pulso independentista catalán. Pero la periodista también lanzó dardos a su actual jefe de filas, Pablo Casado.

En el artículo en el que anunció su rechazo a volver a presentarse, publicado en El Mundo el 14 de octubre del 2015, arremetió duramente contra Rajoy porque, a su juicio, durante su mandato «la democracia ni se ha regenerado ni se ha defendido» y por su «incapacidad para erigirse en el principal garante de la libertad, la igualdad y la ley» ante el «reto separatista catalán». Y opinó que el Gobierno «abdicó de su responsabilidad» en la consulta del 9-N.

El 24 de octubre del 2017, en declaraciones a EsRadio, la periodista aseguró: «La operación diálogo (...) se ha demostrado un verdadero fracaso. Con el nacionalismo no había diálogo posible, no había una tercera vía entre Constitución e independencia». Ese mismo año, a raíz de un premio, Álvarez de Toledo pronunció un discurso en el que también dirigía sus ataques a parte de los catalanes: «La gran estafa nacionalista no habría sido posible sin la complicidad activa de una sociedad dispuesta a ser estafada», aseveró.

El 20 de enero del 2018, de nuevo en El Mundo, escribió: «Ninguno reconoce públicamente la realidad: el PP es hoy en Cataluña una fuerza residual. Y ninguno plantea el verdadero desafío, que es existencial: su sustitución por Cs en toda España». Y añadió, sobre la decisión del magistrado Pablo Llarena de retirar la orden de detención europea contra Carles Puigdemont después de que un juzgado alemán rechazara extraditarlo por rebelión: «El juez Llarena cometió un error garrafal al retirar la euroorden contra Puigdemont. Pero qué hizo el Gobierno para evitarlo. Y qué ha hecho para remediarlo (...) La inacción del Gobierno explica la supervivencia de Puigdemont».

Mano blanda del PP

Unos meses más tarde, volvió a abundar en la supuesta mano blanda del PP con el independentismo. «El desafío nacionalista es el problema más grave y urgente de España. Y la tibieza en su combate, el mayor lastre electoral del PP», escribió el 9 de junio del 2018.

Sin embargo, Rajoy no fue el único objetivo de sus críticas. El 10 de septiembre del 2018 cargó contra Casado: «El discurso de Casado es un problema para sus propios objetivos estratégicos. Para los patrióticos y los partidistas. Acusar a Cs de poner en riesgo la convivencia es dar la razón a los nacionalistas. Es erosionar al constitucionalismo en un momento decisivo. Y es también debilitar al PP».