La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad en funciones, Carmen Calvo, ha expresado este jueves su "indignación y dolor" por el asesinato del menor de 16 años en Andorra (Teruel) por su padre, quien también hirió de gravedad a la madre, que "se está debatiendo entre la vida y la muerte".

Calvo ha aseverado que todo el país siente indignación y dolor tras el último asesinato machista, el tercero de un menor en lo que va de año.

Tras reunirse con el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, para tratar la lucha conjunta contra la violencia machista de Gobierno y ayuntamientos, la vicepresidenta ha enviado "un abrazo con mucho ánimo" para la madre del menor "que en este momento se está debatiendo entre la vida y la muerte en un pueblo de Teruel".

Calvo ha incidido en la repulsa "muy rotunda" a este "horror" y ha instado una vez más a que todas las instituciones y la sociedad arrimen el hombro para hacer frente a "esta tragedia que resta dignidad a nuestro modelo de convivencia, a nuestro propio modelo político que es la democracia".

Se trata, ha dicho, de la "principal causa por la que merece la pena trabajar cada día y en cada momento todos los poderes del Estado", acabar con la inseguridad que padecen las mujeres.

"Las mujeres no pueden, no deben" vivir sometidas a situaciones que atropellan sus derechos y ponen en riesgo sus vida y las de sus hijos, una realidad que es "el peor rostro de un país luminoso y democrático como el nuestro".

Calvo ha insistido en que el mensaje que hay que lanzar contra la violencia de género es un mensaje de unidad, coordinación y firmeza: "No se dan pasos atrás y no se puede desandar el camino".

En lo que va de año, 38 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas (ocho de los agresores, el 21,1 % había sido denunciado), existe un caso en investigación y 27 niños han quedado huérfanos.

La violencia vicaria, en la que un hombre mata a sus hijos o a los hijos de su pareja para hacer daño a la madre, es responsable de 30 asesinatos desde 2013. Desde ese año, 258 menores han quedado huérfanos por culpa de los crímenes machistas.

Ayer, un padre mató a su hijo de 16 años -en lo que va de año, otros dos menores han sido asesinados- e hirió gravemente a la madre en Andorra (Teruel), un caso que aún no consta en las estadísticas oficiales de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.