España no es Italia pero este viernes también recibirá un toque de atención de la Comisión Europea por las dudas que genera el borrador de presupuestos de 2019, que Pedro Sánchez remitió a Bruselas el pasado lunes presumiendo de ortodoxia. Se trata del primer aviso en el procedimiento de examen al que somete anualmente el Ejecutivo comunitario las cuentas de la Eurozona, aunque tanto el Gobierno como Bruselas le han quitado hierro.

«Es la tercera carta que recibe el Gobierno en tres años (2016, 2017 y 2018). Les pido hagan la comparación entre lo que se le pedía en 2016, 2017 y lo que se le pide en 2018 para que vean la diferencia. El mensaje es de confianza en España», aseguró Sánchez tras el Consejo Europeo de otoño. Fuentes de la Moncloa restan gravedad a una misiva que pide «aclaraciones técnicas» pero «no es una llamada de atención ni una advertencia».

El mismo argumento esgrimió la ministra de Economía, Nadia Calviño. «España tiene una situación un poco especial, porque hemos enviado a Bruselas un plan presupuestario sin tener el anteproyecto de ley de Presupuestos todavía, así que lo normal es que la Comisión Europea nos envíe una carta, tome nota de nuestro plan y nos inste a enviarle en cuanto tengamos el anteproyecto de ley de Presupuestos y cualquier otra información relevante que pueda ser útil para actualizar sus previsiones», explicó.

DUDAS DE LA COMISIÓN / La carta no implica que el Ejecutivo comunitario vaya a echar atrás las cuentas, pero constata que hay dudas de un posible riesgo de incumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Sánchez niega que exista descofianza. «Esa confianza está, se percibe, ha sido explicitada pese a los enredos de la oposición. Es impropio de un partido de gobierno ir trabajando en contra de los intereses de España», defendió, en alusión a las duras críticas de PP y Ciudadanos contra las Cuentas.

El borrador incluye un ajuste estructural del 0,4% del PIB (unos 5.000 millones) frente al 0,65% reclamado por el Ecofin, un margen de flexibilidad permitido por el Tratado dado que el objetivo de déficit quedará este año previsiblemente por debajo del 3% que marca como límite el Pacto y que hará que las cuentas españolas sean examinadas bajo la lupa del brazo preventivo y no del correctivo.

las otras amonestaciones / España no es la única que recibirá la amonestación de Bruselas. Italia, considerada como «el gran problema», ha recibido ya la carta de advertencia y su presupuesto tiene todos los boletos para ser rechazado. También recibirán una misiva Francia, Portugal, Eslovenia y Bélgica cuyo ministro de finanzas, Johan van Overtveldt, ha arremetido contra Bruselas por meter a su país en el mismo saco que España o Italia. El aviso coincide con la aprobación este viernes en el consejo de ministros de varias medidas con las que el Gobierno pretende elevar la recaudación: el anteproyecto de ley impuesto servicios digitales, el del impuesto transacciones financieras y la ley lucha contra fraude fiscal con los que recaudar 2.100 millones más.