Gabriel Rufián llegó con una impresora bajo el brazo a su escaño en el Congreso y no decepcionó a quienes esperaban show parlamentario. El portavoz de ERC, ha aprovechado su pregunta a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la sesión de control para elevar el desafío independentista y, de paso, cargar contra la corrupción del PP. Ha explicado Rufián que su impresora no imprime billetes de 500 euros y ha pedido al Ejecutivo que deje de “perseguir impresores” y persiga a “ladrones y corruptos”. Y luego, el órdago.

“Espero que no me detenga, yo tengo una papeleta pero le juro que es para consumo propio. Nos vemos en las urnas”, ha defendido Rufián.

La vicepresidenta ha tratado de restar fuerza al tono sarcástico del republicano y le ha recordado que cada miércoles, en la sesión de control, el Congreso le permite expresarse con libertad, algo que, a su juicio, no sucedió en los debates del Parlament, la semana pasada.

"TEATRILLOS SEMANALES"

“Esta democracia que tanto le asfixia le permite sus teatrillos semanales, y en cambio lo del Parlament fue un ejercicio de tiranía”, ha lamentado Sáenz de Santamaría.

La vicepresidenta ha comparado el trato dado a la oposición por el Parlament con el Congreso. “La señora [Carme] Forcadell mató la democracia y usted viene aquí a darle sepultura todos los miércoles”, ha señalado. “El mejor termómetero de calidad democrática es el trato que se da al discrepante. Usted puede traer la impresora para fabricar referéndums en casa”, ha zanjado la vicepresidenta. Tras sus palabras, la bancada del PP le ha dedicado una larga ovación.