Josep Borrell, el ministro de Exteriores del nuevo gobierno de Pedro Sánchez, ha aclarado en el plató de ‘El Objetivo’ (La Sexta) sus palabras sobre la “desinfección” de las heridas provocadas por el ‘procés’. “Nunca he dicho que haya que desinfectar a los catalanes o a Catalunya como dicen. Tan descerebrado no estoy”, ha afirmado el socialista, que ha “agradecido enormemente” la pregunta de Ana Pastor al respecto pues considera que se han tergiversado sus declaraciones.

El entrevistado prefería hablar de los proyectos de su ministerio más allá de las fronteras españolas, pero ante la insistencia de la periodista, el nuevo responsable de la cartera de Exteriores ha añadido que Catalunya se encuentra “al borde de un enfrentamiento civil”. Que no una guerra, ha matizado.

“Mantener la integridad territorial del Estado es la primera prioridad del Gobierno”, ha zanjado Borrell, quien entiende que ahora toca seducir para reducir la “desafección de una parte importante de la población en un territorio determinado”. Siempre, ha subrayado, “dentro del marco de la Constitución”.

Ni ultra ni radical

“No sé porqué me llama ‘ultra’ o ‘ultra radical’. Catalunya es plural, diversa; y no todo el mundo tiene porqué pensar como Puigdemont”, ha respondido Borrell, en referencia a los durísimos calificativos recibidos por parte del ‘expresident’.

Respecto a las palabras de la ‘exconsellera’ de Ensenyament, actualmente en Escocia, Clara Ponsantí, que reconoció haber ido “de farol” en el referéndum del 1-O y la declaración de independencia, Borrell ha sido muy claro: “El próximo día que jueguen al póquer, que lo hagan con garbanzos. Han estado jugando con el futuro del país”.

Cooperación internacional, la prioridad

Ya en clave internacional, Borrell se ha desmarcado de los anteriores ejecutivos socialistas y ha asegurado que “el gobierno tendrá su posición con Venezuela, no será la de González ni Zapatero”.

La cooperación internacional, asegura el ministro, será uno de los temas prioritarios para su equipo: “La cooperación debe ser uno de los objetivos fundamentales de nuestro país para incidir en la globalización”. Aparte del dinero, que “siempre será escaso o insuficiente”, ha continuado, España puede aportar toda su ‘expertise’ o experiencia.