El runrún corría desde mediodía como la pólvora y ella misma lo confirmó poco antes de que las familias de Podemos registrasen las listas con las que se enfrentarán en su asamblea estatal. Carolina Bescansa, cofundadora del partido morado, dimitió ayer de sus cargos orgánicos y conservará solo su acta de diputada en el Congreso. Su marcha llega tras el distanciamiento de Pablo Iglesias iniciado en las últimas semanas, y después de reprochar al líder su decisión de convocar un referéndum el pasado diciembre.

Bescansa se va con su principal apoyo, el responsable de Economía, Nacho Álvarez, y lo explica en una carta enviada a los simpatizantes en la que renuncia a formar parte de ninguna de las listas que ayer por la noche quedaron registradas para participar en el cónclave, Vistalegre II. En realidad, la única candidatura en la que podría haberse integrado es la de Iglesias, pues estaba encuadrada en esa corriente y hasta llegó a participar en la elaboración del documento político con el que el secretario general concurre a su congreso, este mes de febrero.

Su dimisión deja a Iglesias sin una figura simbólica para Podemos, un valor que ya no le apoyará en la reñida campaña que hoy mismo empezará para competir contra Íñigo Errejón, quien plantea otro rumbo para Podemos. Como cofundadora, a Bescansa le hubiera correspondido un lugar privilegiado, pero tras su adiós Iglesias ahora se ha blindado con una jugada maestra: se sitúa como uno en su lista al Consejo Ciudadano Estatal (CCE) a pesar de que es el único candidato a secretario general -tiene su sillón garantizado y no necesitaría encabezar su candidatura- . Situarse también al frente de esa lista refuerza la idea de plebiscito. Además da el número dos a Irene Montero, su jefa de Gabinete. Como las candidaturas son cremallera -hombre y mujer alternativos- Bescansa hubiera quedado claramente desplazada, aunque en su carta de despedida ella no cita ese argumento y atribuye su dimisión a la ausencia de «voluntad y acuerdo».

Para compensar su pérdida, Iglesias ha fichado al economista Vicenç Navarro, como número tres, y cuenta también en su candidatura con el exJemad Julio Rodríguez. Errejón se rodea de la portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre; la responsable de Igualdad, Clara Serra y el de Internacional, Pablo Bustinduy. El destituido secretario de Organización, Sergio Pascual, anunció ayer mismo que renuncia a estar en la candidatura.

La configuración de las listas terminó tras una jornada especialmente dura, en la que Iglesias y Errejón pasaron largo tiempo hablando en el hemiciclo del Congreso, con gesto serio y plenamente conscientes que no había nada que pudieran hacer para alcanzar un acuerdo. Sin embargo, ambos decidieron esperar a registrar su propuesta puesto que nadie quería solemnizar la ruptura de las negociaciones.