El Congreso se convirtió este martes en el espejo de los conflictos que atravesarán la 13ª legislatura que ha arrancado con un ambiente bronco. En una sesión inédita, con cinco presos independentistas en los escaños y Vox aporreando los pupitres en protesta por esa presencia, la Cámara baja eligió a Meritxell Batet (PSC) como presidenta, con 175 escaños. Ahora, la dirigente catalana se enfrenta a su primer reto: decidir qué hace con los diputados encarcelados, que la derecha quiere que sean suspendidos de manera inmediata. Según fuentes parlamentarias, la reunión de la Mesa que debe tomar la decisión será este miércoles, después de que Batet se reúna con el Rey en el palacio de la Zarzuela.

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La sesión constitutiva de las Cortes comenzó a las diez de la mañana, con una gran expectación por la presencia de los indepedentistas encarcelados. Los dirigentes del 1-O que ahora tienen escaño (Oriol Junqueras, de ERC, y Josep Rull, Jordi Turull y Jordi Sànchez, de Junts) llegaron pocos minutos antes, entre aplausos de sus compañeros de filas y de los familiares que le saludaban desde la tribuna de invitados. Una de las imágenes de la jornada es el saludo entre el líder de ERC y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a quien el republicano se acercó a saludar en dos ocasiones.

Junqueras fue, de hecho, el centro de la atención en el hemiciclo y pudo conversar con multitud de diputados que se iban acercado a su escaño durante la sesión. Fuents gubernamentales subrayaron el comportamiento "afable" de los diputados presos.

El momento de mayor tensión se produjo hacia el final de la sesión, cuando los diputados tenían que acatar la Constitución. Cada vez que los diputados independentistas utilizaban fórmulas creativas para hacerlo, los representaban de Vox aporrearon sus escaños en señal de protesta. También Albert Rivera se quejó por las proclamas lanzadas desde las filas independentistas en pos de la república. Batet le respondió que todas las fórmulas de actamiento empleadas fueron "respetuosas". "No se ha mermado la esencia del acatamiento que es el compromiso de respeto a la Constitución. Esta presidencia será ejercida para que en todo momento haya respeto a la Constitución, a la ley y al otro", zanjó Batet.

Fortalecer la convivencia

Para cerrar la sesión, la nueva presidenta dejó un mensaje a sus señorías contra la bronca política. "La democracia siempre ha tenido algo de espectáculo, pero ese espectáculo no debe ser el de los gritos sino el de la fina inteligencia, la brillantez de la oratoria y en la defensa de las posiciones políticas. Lo otro rebaja a los representantes y ofende al os representados", apeló. También mostró la voluntad de apostar por la convivencia y el repeto mútuo. "Ninguno de nuestros partidos por si solo representa en exclusiva a España ni a ninguno de sus territorios", defendió, "siempre hay un otro legítimo y distinto". "Cada uno de nosotros somos del pueblo, pero ninguno somos el pueblo", subrayó.

Batet puso en valor el "gran pacto por la convivencia" que representa la Contitución y pidió trabajar para "fortalecer ese pacto". Su discurso fue aplaudido por todos los grupos salvo PP, Cs y Vox. La nueva presidenta autorizó que los presos pudiesen despedirse de sus familiares unos minutos, que habían presenciado la sesión desde la tribuna.

Críticas de la derecha

Al finalizar la sesión Pablo Casado criticó duramente el papel de los diputados independentistas y la intervención de Batet. "La historia de España no merece este escarnio", proclamó y acusó a la nueva presidenta del Congreso de ser "cómplice" y "condescendiente" con los independentistas. Lamentó que ERC y JxCat utilizasen esta sesión para "dar un mitin" . "La Constitución se defiende o se ultraja", planetó. Sobre los golpes dados por Vox consideró que "eso es accesorio" pusto que lo relevante, a su juicio, es que "se ha humillado" a la Carta Magna.

El secretario general de Cs, José Manuel Villegas, ahondó en las críticas. "Utilizaban esa expresión de presos políticos, que es una expresión que insulta a la democracia española sin que la presidenta de la Cámata aplicara el reglamento. Entendemos porque los presuntos golpistas querían a Batet como presidenta y a Sánchez como presidente del Gobierno, porque les deja las manos libres para que humillen a la mayoría de los españoles", reprochó. Volvió a pedir la suspensión inmediata de los diputados presos y la reunión de la Mesa este martes para ejecutarla. "La señora Batet no puede continuar siendo cómplice de los que insultan a España", subrayó.

La portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, aprovechó su intervención para volver a reclamar a Sánchez un Gobierno de coalición con sillones para su partido y ha pedido "respetar" las fórmulas que los diputados eligen para acatar la Constitución.

El representante de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha criticado que Batet haya permitido que los "enemigos de España" utilizasen fórmulas "ofensivas" como una "burla" al Parlamento.

Junts votó en blanco, y ERC, nulo

Las votaciones se cerraron como estaba previsto. En la primera votación, Batet consiguió 175 votos favorables, uno menos de la mayoría absoluta que marca el reglamento para el primer intento. Según fuentes del grupo de JxCat votó en blanco y los diputados de ERC escribieron en la papeleta la palabra "Llibertat" y lo que convirtió sus votos en nulos.

Batet salió elegida finalmente en una segunda ronda en la que Cs apoyó a Ana Pastor y los de Santiago Abascal votaron en blanco.

Los diputados eligieron después a los vicepresidentes, Gloria Elizo (Unidas Podemos), Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE), Ana Pastor (PP) e Ignacio Prendes (Cs). Y finalmente, votaron a los cuatro secretarios: Gerardo Pisarello (ECP), Sofía Hernanz (PSOE), Adolfo Suárez Illana (PP) y Patricia Reyes (Cs).