La grabación de la supuesta conversación entre Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga del rey emérito y el excomisario José Manuel Villarejo será investigada por la Audiencia Nacional. El juez que instruye la operación Tándem, en la que se investigan las cloacas policiales, Diego de Egea, ha abierto una pieza separada que consideró secreta en relación a ellas para proceder a determinar si su contenido desprende algún tipo de delito que deba ser investigado en otra sede judicial o deben incorporarse a la causa seguida contra el comisario ya jubilado, según pudieron confirmar fuentes jurídicas.

El magistrado citó ayer a declarar a Villarejo el próximo jueves día 26 en la causa, que prácticamente ha quedado reducida a la investigación de los seguimientos y espionajes que presuntamente realizaba a distintas personas, después de que esta misma semana archivara la parte relativa al considerado su socio, el excomisario del aeropuerto madrileño de Barajas Carlos Salamanca, al no apreciar indicios de que cobrara dádivas por facilitar visados a ciudadanos guineanos ni de que formara una organización criminal con el propio Villarejo. Una decisión que Anticorrupción anunció que recurrirá.

También se le interrogará en relación con el excomisario Enrique García Castaño, cuya detención fue acordado por la fiscalía Anticorrupción y que quedó en libertad con comparecencias quincenales y la prohibición de salir del país tras declarar ante el magistrado. Este policía está imputado por haber presuntamente facilitado, a cambio de dinero, información a Villarejo de las personas que espiaba, utilizando para ello medios del cuerpo.

Fuentes jurídicas precisaron que la pieza abierta en relación con la grabación a Corinna, en la que esta desvelaba ciertas prácticas que podían comprometer a Juan Carlos, no trata de determinar si este cometió algún tipo de delito, porque esa cuestión solo podría corresponder al Tribunal Supremo, ante el que está aforado después de que perdiera la inviolabilidad como consecuencia de su abdicación. El magistrado ha ido abriendo distintas piezas en la causa en función de las personas que presuntamente fueron víctimas de las prácticas del excomisario.

Villarejo, que se encuentra en prisión desde el pasado noviembre, está imputado por los delitos de organización criminal, cohecho, blanqueo de capitales y delitos contra los derechos de los ciudadanos no comunitarios en España. Él mismo, en un comunicado, admitió que la grabación publicada por Okdiario y El Español «estaría efectivamente guardada en los discos duros que recientemente se remitieron a la Brigada de Investigación Tecnológica y a la Unidad de Asuntos Internos para su volcado y posterior análisis», del que se espera un informe en septiembre.

En él se desvinculaba de la filtración e insinuaba que debía atribuirse a los agentes que examinan las decenas de terabytes de audios intervenidos en los registros de la operación Tándem. Añadía que se habían «opuesto continuamente al volcado y análisis de los discos duros hallados en las viviendas» del excomisario por expreso deseo de este último.