Empezó Xavier García Albiol su discurso con un crochet de derechas directo al mentón de Jordi Turull: "Mis hijos de 11 años van con más alegría al colegio que usted hoy leyendo su discurso de investidura". El líder del subgrupo parlamentario del PPC no dio pie a la sorpresa y su intervención en el debate de investidura fue un continuo de duros reproches al presidenciable de JxCat y a su partido: "Con esta candidatura solo quieren seguir en el barro del desafío" independentista.

Como Inés Arrimadas, el dirigente popular se 'confundió' alguna vez al dirigirse a Turull como "señor Puigdemont", y como Arrimadas, también acusó a su contrincante de "ser muy poco creíble" y de no creerse que realmente estaba aspirando a la presidencia; de ahí la pulla por la poca efusividad en el estrado de su rival posconvergente. Eso sí, para disgusto de la CUP, hubo un momento en que Albiol dijo que incluso podría "compartir" algunas propuestas sociales que puso sobre la mesa el aspirante de JxCat. Pero solo fue un espejismo, porque la moderación de gran parte del discurso del dirigente nacionalista no atemperó al presidente de los populares catalanes, que volvió a transcurrir por el mismo camino que siguió cuando 'cayeron' de la lista 'Carles Puigdemont' y 'Jordi Sànchez': "El Estado de derecho ha ganado. Para los independentistas más optimistas, la república duró ocho segundos".

Aun apuntándose ese tanto, Albiol lamentó al mismo tiempo que el independentismo sigue impermeable "a las consecuencias económicas y a la fractura social que ha causado el 'procés'" y les reprochó que quieran "seguir instalados en la anomalía democrática". Nada nuevo bajo su argumentario. Ni tan solo los ataques finales que le dedicó a Ciutadans en busca del votante perdido en el último ciclo electoral. "No han hecho nada. Ni si quiera presentaron su candidatura a presidir la Generalitat después de haber ganado las elecciones", les reprochó.