Flanqueado por una gigantesca bandera rojigualda, con cientos de ellas en versiones más reducidas ondeando también frente a él por parte de un auditorio absolutamente entregado a la causa, y con Marta Sánchez cantando entre lágrimas su letra del himno nacional, Albert Rivera pidió ayer «levantar otra vez España» frente al independentismo catalán. La España «democrática, moderna y europea».

El partido naranja presentó una plataforma, llamada España Ciudadana, que supone, según su líder, «algo que no se ha hecho en 40 años de democracia». Sus objetivos son ambiciosos. «Tiene que servir para recuperar la autoestima del país, para que sepamos que podemos ganar, para que seamos winners, no losers. Para que los españoles vuelvan a creer en España», dijo Rivera.

Con el Gobierno asumiendo que alargará la aplicación del 155 en Cataluña debido al Govern que quiere nombrar el nuevo president, Quim Torra (donde tendrían cartera dos presos y dos prófugos de la justicia), Ciudadanos diseñó un acto que rezumaba «amor a España», «orgullo de ser español», fe en «el futuro de España» y reivindicación de su patrimonio.

Albert Rivera citó la Alhambra, las Fallas y el Románico catalán. «Lo mejor para curar el nacionalismo es recorrer los rincones maravillosos de España», argumentó.

LOS PROTAGONISTAS // Pero la plataforma España Ciudadana no pretende convertir a Rivera en «el protagonista», o al menos eso dijo el propio Rivera, que fue el único de los dirigentes naranjas que intervino en el acto, celebrado en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. Los «protagonistas», continuó el líder de Cs, deben ser personas como Santiago Acosta, Jimena Bañuelos, Pedro García Aguado, Eduardo López Collazo y Marta Sánchez.

Acosta, periodista, contó su experiencia cubriendo el asesinato del concejal del Partido popular en Ermua Miguel Ángel Blanco por parte de ETA. «Vi la reacción ciudadana y de repente me enamoré de mi país», dijo. Bañuelos, escritora, se detuvo en cómo superó una leucemia. «En este país nos fijamos siempre en lo malo. Y hay que mirar lo bueno. Yo creo en España, creo en mi país», señaló.

García Aguado, medallista olímpico en waterpolo y presentador de televisión, compartió su palmarés deportivo, su caída en las «malas conductas» asociadas a «la noche» y su recuperación en un centro en Barcelona. López Collazo, investigador contra el cáncer y cubano de origen, también proclamó su «amor» por España. Este, dijo, «es el mejor país del mundo para vivir».

Sus testimonios fueron celebrados, pero nadie arrancó tantos aplausos como la excantante de Olé Olé, que el pasado febrero sorprendió en un concierto con su propia letra del himno español. «Fue una carta de amor a mi tierra», dijo, muy emocionada, poco antes de entonar «una pincelada» de lo que Rivera calificó, sin dudarlo, de «poesía». «Rojo, amarillo, colores que brillan en mi corazón y no pido perdón / Grande España, a Dios le doy las gracias por nacer aquí, honrarte hasta el fin / Como tu hija llevaré ese honor, llenar cada rincón con tus rayos de sol / Y si algún día no puedo volver, guárdame un sitio para descansar al fin», cantó Sánchez.

EL VATICINIO / «Tras esta plataforma, vaticinó que ningún español va a volver a pedir perdón por utilizar su lengua, su bandera o por sentirse partícipe de nuestro proyecto común», concluyó el líder de Ciudadanos al final de un acto en el que también, a través de un vídeo, participó Manuel Valls. El ex primer ministro francés, antiguo socialista, pidió abrazar un «nuevo patriotismo español», en la línea del propio Rivera. Cuando viaja por España, el líder de Ciudadanos no ve «rojos y azules», ni «urbanitas y gente rural», ni «viejos y jóvenes». Él solo ve una cosa: «Españoles».