Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, quiere erigirse en la garantía de la estabilidad política en España y aparecer como el que doblega a una derecha corrupta y a una izquierda anticuada. El apoyo de la formación naranja a los Presupuestos Generales del Estado no es un «cheque en blanco» sino, según él, un ejemplo de «oposición útil» que consigue mejoras sociales en las cuentas públicas. Con este mensaje, lanzado ayer ante los dirigentes territoriales que forman el Consejo General de Ciudadanos, Rivera busca presentarse, a corto plazo, como fuerza clave en la gobernabilidad para, a medio plazo, ganar apoyos electorales y acceder al Gobierno.

Las propuestas que Ciudadanos ha introducido en el proyecto de Presupuestos tras las negociaciones con el Gobierno del PP, van a ser la baza de Rivera en el debate político de los próximos meses. De hecho, le va a servir como punta de lanza contra la negativa del PSOE a apoyar las cuentas y va a exigir a los socialistas que tengan el mismo comportamiento que Ciudadanos ha tenido al aprobar los presupuestos y dar estabilidad a los de Andalucía, Asturias o Extremadura.

«¿De verdad PSOE y Podemos van a frenar estos Presupuestos cuando ellos se han aprovechado de nuestra política útil?», se preguntó al clausurar la reunión de ayer del Consejo General de la formación, para responderse casi inmediatamente: «El PSOE debe olvidarse de sus trifulcas internas y apoyar los Presupuestos del Estado».

La España de la mayoría absoluta «se acabó» del mismo modo que «ha muerto» el bipartidismo, y lo que toca ahora es negociar todo, subrayó Rivera, quien también se dirigió a Podemos, pero sobre todo al PSOE, para que «se moje» y deje a un lado sus «batallas cainitas».

Rivera dio asimismo las pautas de actuación de su partido para atemperar a la derecha en política económica y a la izquierda en política social. Por ello subrayó que, gracias a Ciudadanos, los Presupuestos para este año no incorporan más impuestos ni más recortes sociales, sino «políticas nuevas para la clase media», como los permisos de paternidad y las tarifas planas para autónomos.

Las advertencias y ofrecimientos de Rivera tanto al PP como al PSOE fueron, sin embargo, ajenas a la situación que se está viviendo con el gobierno de Murcia. A dos días del debate de la moción de censura contra el presidente autonómico, el popular Pedro Antonio Sánchez, los próximos días 5 y 6 de abril, Albert Rivera prefirió no cargar las tintas sobre el comportamiento de la formación de Mariano Rajoy, con quien tiene firmado un pacto anticorrupción.

Tampoco desveló a cambio de qué apoyaría o no a la propuesta lanzada por los socialistas. Solo dejó caer un reproche a «los que la quieren liar en Murcia».