La expresidenta madrileña Esperanza Aguirre aseguró ayer que no ha hecho trampas en sus 35 años de trayectoria política y recalcó que al dimitir de sus cargos ya asumió su responsabilidad en asuntos como la construcción del campo de golf del Canal de Isabel II, que fue idea suya, según reconoció. «Asumo la responsabilidad política de todo esto», subrayó en su comparecencia en la comisión de investigación de corrupción de la Asamblea de Madrid, que tuvo lugar después de la del que fuera su mano derecha, Ignacio González.

El juez del caso Lezo eleva a 1,2 millones de euros el importe total de las comisiones ilegales que los investigados pudieron obtener a costa del erario en el contrato para la construcción y gestión de este campo de golf.

Además, sostiene que Ignacio González se concertó con otros investigados, entre ellos su hermano Pablo, «para lograr que el contrato» recayera en la constructora ACS en unas condiciones económicas «perjudiciales» para la Comunidad de Madrid.

Aguirre indicó que la conversación del hermano de Ignacio González en la que reconoce el cobro de comisiones fue «el determinante para ella» para perder la confianza en su mano derecha.

«La confianza está bien pero el control está mejor», dijo Aguirre parafraseando a Lenin, al tiempo que consideró que «la gente confiada es la gente buena».

Además, comentó que supo que la familia de Ignacio González integraba la empresa que construyó parte del campo de golf y después llevó la gestión de los mismos por una publicación de la revista Tiempo, algo de lo que no se considera responsable.

Aguirre remarcó que el proyecto de la construcción de un campo de golf en los terrenos del Canal fue idea suya porque lo vio «en un viaje Tokio» y «en las películas». «Máteme pero fue idea mía», le dijo al diputado de Ciudadanos César Zafra.

A diferencia de Aguirre, González apenas habló en su comparecencia al alegar que los asuntos por los que le han preguntado los diputados forman parte del caso Lezo, donde está siendo investigado. «Tengo que actuar ante los tribunales y no aquí», señaló.

Con todo, sostuvo respecto a Lezo que no tiene «nada que esconder ni en este caso ni en ningún otro». «En mi vida seguramente habré hecho cosas buenas, malas o regulares, pero le aseguro que no he hecho nunca nada con ánimo de beneficio personal o torticero para mí y mucho menos para mi familia», manifestó.

También compareció ayer el exgerente del Canal Ildefonso de Miguel, que dijo que la empresa funcionaba «escrupulosamente siguiendo toda la normativa».