En estas semanas políticas que parecen siglos, también se están dando paradojas en las que casi no da tiempo a reparar. El adiós de Mariano Rajoy del PP ofrece la oportunidad de aplicar un sistema de doble vuelta que, por primera vez, dará la voz a las bases para elegir a su sucesor. Y he aquí la contradicción: el mismo que presentó hace dos años ese nuevo método para elegir al presidente nacional del partido y candidato a la Moncloa, Fernando Martínez Maíllo, afirma ahora que, si hay que votar, «no pasa absolutamente nada», pero preferiría «un candidato único».

El coordinador general del PP no es el único que prefiere llegar al congreso extraordinario con un solo nombre. Varios barones del partido en público (entre otros, el catalán Xavier García Albiol, el salmantino Alfonso Fernández Mañueco y el líder canario de los populares, Asier Antona) y numerosos dirigentes en privado defienden la opción de evitar el debate interno y pactar una candidatura única. Y el nombre que más suena para esa lista de consenso es el del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y la secretaria general, María Dolores de Cospedal, siguen sin aclarar si van a dar el paso mientras algunos de sus próximos defienden el mensaje «positivo» que se mandaría a la sociedad si hubiera varios aspirantes y se contrapusieran diversos proyectos.

El presidente de Madrid, Ángel Garrido, de la órbita de Cospedal, considera que es «importante» que «haya debate» mientras fuentes cercanas a Santamaría defienden que el PP es lo suficientemente «maduro» como para asistir a un enfrentamiento entre candidatos.

870.000 afiliados

Algunos de los que apuestan por la candidatura única consideran que ese pacto podría darse ya, antes de la primera votación de los afiliados el día 5 de julio, o entre ese día y la celebración del congreso extraordinario, los días 20 y 21 de ese mismo mes.

El día 5 podrán votar todos los afiliados que se hayan inscrito previamente. En estos momentos, según fuentes del PP, el partido cuenta con unos 870.000 afiliados y solo los que están al corriente del pago de las cuotas podrán apuntarse para votar a los precandidatos. Esas fuentes no concretan cuántos tienen las cuentas al día, pero sí apuntan a que pueden saldar la deuda justo antes de mostrar su interés de participar en el proceso.

En esa votación del día 5, los dos que reciban más apoyos pasarán a la segunda vuelta, que se realizará en el congreso y en la que ya solo tendrán voz los 3.134 compromisarios. Eso sí, si uno de los aspirantes logra más del 50% de las papeletas emitidas, el 50% de los votos en 30 de las 60 circunscripciones en que se divide el PP en España y también supera en 15 puntos sobre el siguiente precandidato, se convertirá en ganador de forma automática.

Los posibles sucesores, por tanto, podrían confiar en despertar el fervor de las bases en primera vuelta (sobre todo en el caso de Santamaría, que no cuenta con peso orgánico) y resultar elegidos prácticamente por aclamación o lograr un buen resultado y pasar a la segunda ronda con algunos territorios asegurados para poder sumar a cuantos más compromisarios mejor. Esta figura, que representa a los militantes en el congreso, depende de dos criterios: el número de afiliados y los resultados de las últimas generales. Las autonomías con más militantes son Andalucía (170.000), Valencia (150.000) y Galicia (101.000).