ERC y Pedro Sánchez no han estado en el final del congreso del PSC, pero la investidura ha sobrevolado esta cita. José Luis Ábalos, ministro de Fomento, ha avisado a los republicanos que quizás no habrá otra oportunidad para el diálogo, palabra en la que ha vuelto a insistir Miquel Iceta. Este ha sido uno de los conceptos que más se ha repetido en el congreso más plácido desde que es primer secretario. Tras ser reelegido sin oposición, en el cónclave todo se ha aprobado por unanimidad o amplísima mayoría. De hecho solo ha habido un voto contrario en el total de todas las consultas. Con el partido cohesionado, el cónclave ha servido de rampa de lanzamiento para su candidatura a la Generalitat en una cita en la que la negociación de la investidura ha estado omnipresente en el ambiente.

"Si no se aprovecha esta oportunidad, la tesis del diálogo se quebrará", ha advertido Ábalos a ERC. "No sé si habrá otros momentos. Tenemos que tomar decisiones importantes antes de que se frustren". El secretario de organización del PSOE ha avisado que la investidura es el "primer paso para abordar el proceso de diálogo o debate". "Empeñarse en poner condiciones sobre lo previo es absurdo. Arranquemos ya si queremos ya encarar este problema tan complejo", ha comentado una de las piezas claves para la negociación.

"Diálogo entre los que pensamos diferente", ha reivindicado Iceta, agradeciendo la presencia de Ferran Bel, de JxCat. "Trabajemos con ellos para hacer un país mejor". El líder del PSC ha vuelto a reclamar dejar atrás la confrontación para avanzar en la cooperación. "Lo que hemos conseguido en el PSC, ahora lo queremos para Cataluña", ha sentenciado antes de insistir en que quiere ser el próximo presidente de la Generalitat. Su receta pasa por "tender puentes dentro de Cataluña y con el resto de España (...). Una mejor financiación en una España federal en la que Cataluña se sienta cómoda y protagonista".

El PSC había endurecido en los últimos meses el discurso contra el independentismo para buscar el voto de un Cs en desplome. En esta línea se leía que la ponencia política del congreso abordara dos de las obsesiones naranjas, TV3 y la inmersión, aunque esta última haya sido matizada finalmente. Voces del PSC cuestionan que la estrategia de centrarse en la frontera electoral naranja pueda ser efectiva. No solo porque en las últimas generales los principales beneficiados de la caída de Albert Rivera fueron Vox y PP. Sino porque aunque Inés Arrimadas logró imponerse en las últimas catalanas, pero no le sirvió de nada. Los nacionalistas han sido siempre mayoría en el Parlamento por lo que si quiere el PSC quiere volver a estar en el Consejo de Gobierno tendría que ser de la mano de ERC. Un horizonte, el de la reedición de un tripartito, que parece de momento muy lejano. De momento, los republicanos (a diferencia de JxCat o Cs) no han mandado a ningún representante al cónclave para no alimentar suspicacias sobre la investidura de Pedro Sánchez.

Más allá de la política de alianzas que intenten romper los bloques, el despliegue territorial es una de las prioridades que se marca el partido para que su crecimiento de las últimas comicios no se estanque. "No ganaremos en Cataluña si no ganamos en el territorio. Viva Cataluña, viva el PSC y viva el voto rural", ha clamado en la última jornada del congreso el diputado Òscar Ordeig. Once de los 16 miembros del grupo parlamentario tienen cartera propia en la nueva pero continuista ejecutiva. Como adelantó este diario, el primer secretario ha mantenido a la gran mayoría de nombres y replicado el juego de equilibrios en la dirección, con algún retoque. A excepción de Nuria Marín (nueva presidenta honorífica) y Antonio Balmón (responsable de Acción Institucional), el resto de alcaldes que continúan ocuparán secretarías nacionales.