Quince acusados de provocar altercados, lanzar botellas a la Policía o romper escaparates tras la manifestación del 15 de mayo de 2011 en la Puerta del Sol de Madrid han aceptado hoy condenas de hasta tres meses de cárcel sustituibles por multas tras alcanzar un pacto con la Fiscalía.

En un principio, el Ministerio Público pedía penas de prisión entre un año y medio y 6 años de cárcel para los quince acusados como presuntos autores de los delitos de desórdenes públicos, daños, resistencia, atentado a los agentes de la autoridad y lesiones.

Pero, tras el acuerdo de conformidad, ratificado en un juzgado de lo Penal de Madrid, su responsabilidad ha quedado reducida a delitos de desórdenes públicos, daños y resistencia, siempre con la atenuante muy cualificada por dilaciones indebidas, debido al largo tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos hasta que han sido juzgados.

Como resultado, por cada delito se les ha condenado a un mes y quince días de cárcel sustituibles por una multa de 2 euros diarios durante tres meses, según ha informado uno de los abogados de la defensa. De ese modo, las penas oscilan entre mes y medio y tres meses de prisión, siempre sustituibles por multas de dos euros diarios.

DEFENSA DE SU INOCENCIA

Uno de los acusados, David M.R. deberá pagar 3.639 euros a dos establecimientos a los que causó desperfectos. Varios abogados defensores han considerado que es "un acuerdo muy bueno" pero han manifestado que los acusados "no están muy contentos porque los han condenado por algo que realmente no han hecho, algo que ha sido provocado por la Policía".

En ese sentido, otro abogado de la defensa ha señalado que algunos de los acusados "hubieran preferido entrar en juicio y ver demostrada su inocencia" pero han decidido optar por el "bien común" del acuerdo generalizado.

Según las conclusiones provisionales de la Fiscalía, el 15 de mayo de 2011 se celebró una manifestación autorizada con el lema "No somos mercancía en manos de políticos y banqueros", "Lo queremos todo y lo queremos ahora", que discurrió entre la Plaza de Cibeles y la Puerta del Sol y a la que acudieron unas tres mil personas.

BARRICADAS CALLEJERAS

A su llegada a la Puerta del Sol, un grupo de unas 300 personas trataron de provocar altercados con las fuerzas policiales "arrojando contra ellos objetos contundentes" y colocando barricadas al tiempo que procedían a destrozar mobiliario público, escaparates y vidrieras de distintos establecimientos.