-¿Qué efectos ha tenido en su empresa la crisis sanitaria del covid-19?

-El fuerte impacto que causó la noticia del decreto en España del primer estado de alarma nos planteó, en primer lugar, ser fuertes y transmitir seguridad y fuerza a nuestra plantilla. Bronpi, como empresa familiar, considera a su equipo como de la familia y hemos tenido la suerte de no tener a nadie afectado. Otro punto fue contactar con todos nuestros clientes, tanto en España como en los más de 40 países en los que estamos presentes. Primeramente, nos interesamos por su salud y aquí, por desgracia, sí nos encontramos a muchos que estaban contagiados e ingresados en UCI y ha sido duro vivir esto sin poder hacer nada por ayudarles, tan solo estar ahí con mensajes de ánimo.

-¿Cuáles son los principales problemas que ha tenido que abordar?

-Esta situación nos planteó muchos problemas desconocidos hasta hoy para Bronpi, pero para mí los más importantes que ha ocasionado a la empresa fueron, por un lado, la anulación de pedidos por cierre de tiendas de nuestros clientes y sin saber la fecha de apertura, esto es muy grave. Además, esta situación no se daba solo en España, sino que se dio a nivel mundial, ya que, debido al cierre de fronteras, incluso los pedidos que se encontraban en tránsito fueron anulados. Otro problema, grave consecuencia del miedo de los clientes, fue la generalización de petición de paralizar los pagos hasta nuevo aviso. Estas dos situaciones tan fuera de lo normal requieren de una templanza muy alta en la gestión por parte de la gerencia para no poner en riesgo en ningún momento a la empresa. Al mismo tiempo que deberíamos tener muy en cuenta las necesidades de nuestros clientes.

-¿Qué medidas piden a las administraciones para que se pueda agilizar la actividad?

-Precisamos un plan de activación del tejido empresarial. Las empresas son el motor de la economía y nos sentimos olvidados en estos momentos tan duros.

-¿Qué es prioritario para su empresa?

-Nos gustaría que la vuelta a la normalidad fuese más rápida, pero hay que ser muy conscientes de la gravedad de la situación y debemos seguir nuestro plan de protección contra el covid-19 en cada puesto de trabajo sin mirar el coste para la empresa. Esperamos que todos y cada uno de nosotros seamos responsables con nuestro comportamiento evitando un posible rebrote.