Si usted busca en Cristina Pedrajas (Fuente Carreteros, 1965) a la mujer de Podemos que sacraliza el estereotipo, se llevará un chasco tremendo. Baste decir que esta profesora de Biología y Geología, que ofreció su casa para que una veintena de cordobeses fundara el primer Consejo Ciudadano de la formación morada en Córdoba, sabe bailes de salón, corte y confección, hizo sus pinitos en el submarinismo, fundó un sindicato, es amante de los animales y la naturaleza, es patrona de barco y no quiere encasillarse en ninguna de las corrientes que zurcan las procelosas aguas del partido de Pablo Iglesias.

Con ser alguna de estas aficiones de lo más originales, lo más increíble es lo que la candidata a la Alcaldía es capaz de hacer con ellas. Por ejemplo, con los conocimientos de costura que le transmitió su madre montó un taller, donde enseña a mujeres con dificultades el arte de la tijera y la aguja para que después puedan ganarse la vida. O con el baile, un hobby que aprendió con su marido, con quien fue capaz de bailar un chachachá en el programa de televisión Mira quién baila.

Su faceta más política la inició probablemente en el sector de la Educación, al fundar un sindicato independiente. Con más de 30 años de experiencia profesional, Cristina ha enseñado en varios institutos, algunos de barrios humildes, donde ha visto los estragos de la crisis «en niños que no decían por vergüenza que comían una sola vez al día en comedores sociales, y otros mantenidos por abuelos, porque los padres habían emigrado por un mísero trabajo», explica.

Fue el 15-M el acontecimiento histórico que puso bocabajo su vida y la de su marido, que la animó a enrolarse en aquella aventura. Tras la muerte de su pareja, estuvo dos años desconectada de todo, pero ahora ha vuelto con fuerzas renovadas a la política, y da por primera vez el salto al ámbito institucional.

En el perfil que hizo público cuando concurrió a las primarias de Podemos destacó los valores que le transmitieron sus padres: trabajo, honestidad, tolerancia, sencillez, justicia social, igualdad, cooperación, respeto a los mayores, cuidado de los necesitados y el no agachar la cabeza ante los poderosos, así como luchar por tus derechos. Es madre de dos hijas, una médica y un ingeniero, que han tenido que salir fuera de Córdoba para trabajar; tiene un nieto y espera con ilusión un segundo.