El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha admitido este sábado ante sus críticos de la federación andaluza que gobernar con el PSOE tiene «riesgos» pero, les ha dicho, hay que asumir las contradicciones: «Nuestro objetivo es cambiar la vida de la gente, no darnos golpes en el pecho». ablo Iglesias expresó esta idea en Sevilla, en su única visita en campaña electoral a Andalucía, una federación liderada por los Anticapitalistas de Teresa Rodríguez, que ya mostraron ante el Consejo Ciudadano Estatal su rechazo a gobernar con el PSOE.

«No estamos en política exclusivamente para discutir nuestras ideas», dijo Iglesias en el mitin celebrado en Sevilla después de que el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, frustrase su intención de participar en un mitin en su ciudad. Frente a la postura andaluza de no pactar con el PSOE, Iglesias señaló que en estos cuatro años ha «aprendido» que «desde dentro del gobierno se cambia la vida de la gente», y recordó que ni los bancos ni los poderosos quieren a Podemos en el Gobierno. «Lo que le tenemos que decir a la gente es que necesita representantes políticos en los gobiernos», insistió Iglesias, que quiere hacer frente a los que tienen «todo el poder económico».

Por su parte, la portavoz nacional de Ciudadanos y diputada en el Congreso, Inés Arrimadas, se ha referido este sábado en Granada a las «agresiones» sufridas por Cs de «separatistas» y «totalitarios fascistas» y ha asegurado que el «odio» de algunos de ellos demuestra «lo necesarios» que son en la formación naranja.

«Nuestro amor es mayor que vuestro odio», sentenció Arrimadas en un acto junto al diputado electo Fran Hervías y el candidato a la alcaldía de la capital granadina, Luis Salvador, y en el que hizo referencia a las personas que han limpiado con lejía en Estela (Navarra) la calle por donde había pasado Albert Rivera. Somos el único proyecto capaz de defender sin complejos a España en todos los rincones de nuestro país», recalcó la portavoz de la formación naranja, que aseguró que lo seguirán haciendo por mucho que los «agredan, insulten o amenacen».

Y la secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, defendió ayer la valía de Meritxell Batet y Manuel Cruz para presidir el Congreso y el Senado y deseó que «la derecha se deje ya de dividir, de enfrentar y crispar» a ciudadanos y territorios «unos contra otros». Antes de participar en un acto público en Jódar (Jaén), Díaz afirmó que «son dos socialistas, grandes personas. Meritxell, además, es amiga personal mía y sé de su capacidad, de su entrega y su compromiso, Y Cruz es un hombre reconocido en el ámbito de la universidad, en la defensa de nuestra Constitución y nuestro estado de derecho».